“Cómo quieren que nos comportemos, si hasta el Gobernador le entra al desmadre”, le dicen a Mauricio Vila en Yucatán

MÉRIDA, 7 de Julio.— En un giro inesperado y casi digno de una telenovela, el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, ha decidido organizar una ofrenda a Poseidón en la recientemente colocada estatua del dios griego en el mar de Progreso, a unos metros de la playa.

Aunque no lo dice, evidentemente la ofrenda sería en agradecimiento a que el huracán Beryl, que pegó atravesó Yucatán como tormenta tropical, no ocasionó daños.

La decisión ha generado una ola de reacciones en redes sociales, en medio de un movimiento paralelo que busca destruir la estatua y reemplazarla con una de Chaac, el dios maya de la lluvia y que ha hecho su convocatoria para la próxima semana.

Con la marea de opiniones divididas y las olas de la controversia alcanzando nuevas alturas, el Gobernador avivó aún más las aguas con su publicación en redes sociales: “Ya lista la ofrenda para llevar a Poseidón. ¿Quién me acompaña?”

Las respuestas no se hicieron esperar y fueron tan variadas como hilarantes.

Eduardo CL, con su toque de picardía, comentó: “Eres un pillo hermoso”.

Miguel Romero, quizás más serio o simplemente menos aficionado a los dioses griegos, respondió: “Quítalo señor gobernador, estamos en Yucatán y la cultura hay que respetarla”.

Pero el tono volvió a subir con Bote GY declarando: “Yooo le acompaño mi amor 😍”, seguido por Michelle Santoyo que exclamó: “Yo!!!! Contigo hasta el fin del mundo, precioso”.

Rosy Pérez Moreno, con una mezcla de nostalgia y admiración, escribió: “Hagamos una reunión de despedida para usted, yo no soy yucateca y la verdad me siento muy bien con su trabajo. ¡Lástima que ya se va! Ojalá el Sr. Huacho no deje caer todo lo que usted ha hecho y nos cuide como usted…”.

Mientras tanto, la cuenta “Yucatán por dentro” compartió la publicación del gobernador con un comentario que captura el sentimiento colectivo: “Cómo quieren que nos comportemos, si hasta el gobernador le entra al desmadre”.

La ofrenda a Poseidón puede que sea un evento lleno de sorpresas, pero una cosa es segura: en Yucatán, nunca falta el buen humor.

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