Beirut, 10 de agosto.- El gobierno libanés quedó tambaleante este lunes tras la renuncia de cuatro ministros frente a la indignación de la población, que responsabiliza a la clase política por la mortífera explosión en la capital de un país que atraviesa una profunda crisis económica y social.
El primer ministro libanés, Hassan Diab, anunciaría la disolución de su gabinete hoy por la noche, tras las sucesivas renuncias, indicó un ministro bajo anonimato.
Casi una semana después de la explosión que provocó al menos 160 muertos y 6 mil heridos, las autoridades libanesas acusadas de corrupción e incompetencia por la ciudadanía aún no respondieron con claridad a la pregunta que se hace todo el mundo: ¿por qué una enorme cantidad de nitrato de amonio se encontraba almacenada en el puerto de la capital libanesa?
Fue un incendio en este depósito donde estaban almacenadas 2 mil 750 toneladas de nitrato de amonio desde hace seis años sin “medidas de precaución”, según reconoció el primer ministro Hassan Diab, lo que provocó la explosión.
Sin embargo, el presidente libanés, Michel Aoun, cada vez más criticado, se opone a una investigación internacional y las autoridades no comunicaron los resultados de su investigación.
Dos días después de las tensas manifestaciones del sábado, los ministros de Finanzas, Ghazi Wazni, y de Justicia, Marie-Claude Najm, anunciaron este lunes su dimisión, lo que eleva a cuatro las renuncias de integrantes del ejecutivo después del siniestro.
El domingo ya habían anunciado su marcha del ejecutivo la ministra de Información, Manal Abdel Samad, y el de Medio Ambiente, Damianos Kattar. Nueve diputados también renunciaron a su cargo.
En las protestas del fin de semana, reprimidas por las fuerzas de seguridad, los manifestantes clamaban venganza contra una clase política acorralada.
En el lugar de la explosión, los socorristas perdieron la esperanza de encontrar a nuevos supervivientes. Quedan menos de 20 personas desaparecidas, según las autoridades.