Las estrategias que han sido utilizadas en la reforestación de manglares en el estado, ha permitido que de cada 10 plántulas, al menos nueve muestren sobrevivencia.
A diferencia de los métodos de reforestación que se utiliza en bosques y selvas, las técnicas en la siembra de manglares son totalmente distintas y complicadas al mismo tiempo, ya que para los primeros ecosistemas, se puede utilizar el riego de semillas mediante helicópteros, pues las plantas dan mayor garantía de crecimiento.
Sin embargo, en el caso de los manglares, únicamente puede ser de forma manual y a la par, el monitoreo debe ser constante, de acuerdo con Ricardo Gómez Lozano, director regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) en la Península de Yucatán y el Caribe Mexicano.
Los monitoreos realizados en la zona, principalmente de Manglares de Nichupté, la reserva de la Biosfera de Sian Ka’an y otros sitios del estado, han permitido contar con estadísticas que muestran una recuperación hasta de 80% tras el paso de fenómenos naturales como el caso del huracán Wilma o bien, debido al desarrollo de infraestructura en la costa, de acuerdo con informes de la dirección del Área Natural Protegida (ANP) Flora y Fauna, Manglares de Nichupté.