Washington.— El expresidente de Estados Unidos Barack Obama arremetió ayer contra quienes atacan a las minorías y condenó el uso que hace el republicano Donald Trump de las fuerzas federales para reprimir las protestas contra el racismo y la brutalidad policial.
Sin llegar a mencionar el nombre de Trump, Obama (2009-2017) ofreció un discurso combativo durante el funeral en Atlanta, Georgia, del congresista afroestadounidense John Lewis, histórico líder de los derechos civiles que fue detenido decenas de veces por defender el derecho de la comunidad negra de acudir a las urnas.
“Hoy atestiguamos con nuestros propios ojos cómo policías se arrodillan sobre los cuellos de estadounidenses negros”, declaró Obama.
“Podemos presenciar cómo nuestro gobierno federal envía agentes que utilizan gas lacrimógeno y golpean con porras a manifestantes pacíficos”, remarcó.
Obama no mencionó a Trump por su nombre, pero fue claro en las referencias que hizo del mandatario republicano, quien usó tropas de la Guardia Nacional para despejar a manifestantes antirracistas de la Plaza Lafayette, afuera de la Casa Blanca en Washigton, y recientemente envió agentes federales a Portland, Oregon, y a otras ciudades de Estados Unidos.
El exmandatario elogió a Lewis y recordó que “dedicó su tiempo en la Tierra a combatir los mismos ataques a la democracia que se están viendo circular ahora mismo.
Obama arremetió contra las leyes que, desde 2013, han aprobado algunos estados conservadores para obligar a los votantes a mostrar un carnet con fotografía, pese a que en Estados Unidos no hay un documento nacional de identidad y los ciudadanos no están obligados a disponer de esa identificación.
Mientras recordaba a Lewis, el expresidente urgió a los estadounidenses a prestar atención a los peores instintos impregnados en la historia de su nación.
“Él [Lewis] sabía por su propia experiencia que el progreso es frágil, que tenemos que estar atentos a las corrientes más oscuras de la historia de nuestro país, de nuestra propia historia. Donde hay remolinos de violencia, odio y desesperación, el mal puede alzarse de nuevo”, advirtió. Obama pronunció su discurso frente al ataúd del congresista, cubierto con una gran bandera estadounidense. El escenario del funeral fue la iglesia bautista Ebenezer, donde creció y fue reverendo Martin Luther King.
Al funeral, además de Obama, acudieron los expresidentes George Bush (2001-2009) y Bill Clinton (1993-2001).
“Hoy vivimos en un país mejor y más noble gracias a John Lewis y su permanente fe en el poder de Dios, en el poder de la democracia, y en el poder del amor”, dijo Bush. El presidente Trump no acudió al funeral en Atlanta.