Cancún, 30 de junio.- Familias locales y algunos turistas disfrutan de las playas de Puerto Juárez, aunque para ello deben pagar consumo en restaurantes con frente de playa, que así están lucrando de la actual cierre de espacios públicos, por la pandemia del COVID-19.
Igual que los hoteleros y clubes de playas, que a través de la venta de Day Pass mantienen un virtual monopolio en el acceso a playas, también restaurantes en esta delegación cuentan con el único acceso a las playas que familias pueden aprovechar, aunque deban pagar para ello.
De manera indirecta, los policías que vigilan las zonas públicas y que impiden que gente pueda instalarse allí, le hacen la tarea a los restauranteros, al orillar hacia ellos a estos bañistas, que en su frente de playa encuentran un santuario para disfrutar del sol, la arena y las olas, sin ser molestados.