Santiago.— Decenas de miles de chilenos conmemoraron el primer aniversario del estallido social que en 2019 derivó en protestas masivas, las cuales obligaron a los políticos a pactar un plebiscito para reemplazar la Constitución legada por la pasada dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Mientras los manifestantes se reunían pacífica y festivamente en la plaza Italia —el principal centro de las protestas en la capital chilena— en calles aledañas encapuchados atacaron dos iglesias, incendiaron una oficina de seguridad social y vandalizaron algunos comercios.
El primer santuario en arder fue la iglesia San Francisco de Borja, usada regularmente por el cuerpo policial de Carabineros para ceremonias institucionales, y horas más tarde fue la iglesia de la Asunción, una de las más antiguas de la capital, con más de un siglo y medio de antigüedad.
La iglesia de San Francisco de Borja fue también saqueada y algunas de sus imágenes religiosas fueron quemadas en la calle, mientras que la de La Asunción vio como su cúpula caían al suelo consumida por las llamas.
En las cercanías de la rotonda, bautizada por los manifestantes como “Plaza Dignidad”, fueron saqueados además varios comercios, entre ellos un supermercado de una cadena internacional, y también se registraron ataques de encapuchados a algunas comisarias de la periferia capitalina, como Puente Alto.
La policía desplegó 40 mil de 60 mil efectivos en las calles y calculó que hubo 25 mil manifestantes, aunque sus estimaciones suelen ser inferiores a las de los grupos sociales.
El presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera, quien pasó todo el día en su residencia, se trasladó en horas de la tarde al Palacio de La Moneda —sede del gobierno— para monitorear los incidentes que ensombrecieron una jornada que transcurrió durante horas en un ambiente muy festivo y familiar.
“Vengo a celebrar algo que nunca imaginé que iba a pasar en Chile después que recuperamos la democracia”, dijo Olga Neira, médico de 68 años que asistía a la manifestación con su hija: “Somos un país con condiciones para tener pensiones dignas para los adultos mayores, sueldos más dignos… Esto de hoy es hermoso y el domingo que viene, ¡mejor todavía!”, exclamó segura de que ganará el “Sí” en el referéndum.