Hace solo unos años guardar información digital implicaba contar con dispositivos como USB o utilizar la memoria de la computadora o el celular. Afortunadamente llegó el almacenamiento en la nube. Sin embargo, es importante aprender a configurar este servicio para mantener la seguridad.
Hay varias opciones que puedes elegir cuando se trata de soluciones de almacenamiento en la nube pero, en esta ocasión te vamos a compartir algunos consejos sencillos para proteger tus archivos guardados en Google Drive.
Y es que, como señala la empresa de ciberseguridad, ESET, el almacenamiento en la nube se ha vuelto cada vez más popular y poco a poco se han dejado de utilizar las alternativas de almacenamiento físicas, siendo el principal punto a favor de la nube es que es rápida, fácil y accesible desde casi cualquier dispositivo con conexión a internet. Mientras que las unidades físicas deben transportarse y solo se puede acceder a ellas si están conectadas a una herramienta compatible, además de que son susceptibles de extraviarse.
No obstante hay que recordar que, como todo el internet, la nube es susceptible a ser atacada por delincuentes informáticos poniendo en peligro tu información y, de acuerdo al tipo de contenido, también tu seguridad.
En ese sentido ESET, comparte algunas recomendaciones que se pueden seguir para almacenar datos de manera más segura en el servicio de Google Drive:
Asegurar la cuenta
La mayoría de las personas protegen sus identidades y cuentas utilizando solo una contraseña. Sin embargo, este no es un método infalible, especialmente si se trata de una contraseña débil. Otro mal hábito es reciclar contraseñas, ya que si ésta se vulnera, los ciberdelincuentes pueden usarla para atacar más plataformas vinculadas al usuario.
En este sentido, se recomienda la autenticación de dos factores (2FA), una de las formas más fáciles de agregar una capa adicional de seguridad, no solo al almacenamiento en la nube, sino también a otras cuentas. Así, incluso si los ciberdelincuentes obtienen una contraseña e intentan acceder a la cuenta, les faltará una pieza clave del rompecabezas, ya que se le debe sumar un factor biométrico o un token, por ejemplo.
Aplicaciones de terceros
Al usar las aplicaciones de desarrolladores externos los usuarios deben tener cuidado y evaluar cada aplicación que desean instalar. El primer paso a tomar en cuenta es leer las reseñas y calificaciones del complemento que están considerando instalar. El siguiente paso, aunque rara vez se realiza, es leer la política de privacidad, los términos de servicio y la política de eliminación del proveedor.
Cifrar los datos
Si bien poder acceder a los datos de manera inmediata y desde cualquier dispositivo es una de las mayores ventajas que ofrece el almacenamiento en la nube, como Google Drive, presenta su propio conjunto de desafíos. Aunque los servicios de almacenamiento en la nube han mejorado sus medidas de seguridad a pasos agigantados desde que se han convertido en la opción principal, las amenazas aún pueden ocurrir debido a errores humanos o a ciberdelincuentes hábiles.
Si bien los datos en muchos servicios están encriptados, se puede mejorar la seguridad encriptando cualquier archivo previo a subirlo a la nube. Con el cifrado hecho, incluso si alguien logra ingresar en el drive o su contenido se disemina por las redes, los datos resultan inútiles sin esta clave.
Concesión de permisos
Además de cargar, almacenar y descargar archivos, se puede usar Google Drive para compartir y colaborar en documentos con otras personas. Por muy fácil que sea esa opción, debe pensarse antes en qué tipo de permisos se está otorgando a quienes se les comparten los archivos.
Se pueden compartir archivos y carpetas invitando a personas o enviándoles un enlace, y es importante saber qué funciones se le pueden otorgar a los demás, ya sea de visualización o de editor. El primer rol permite ver los archivos en la carpeta, mientras que el segundo da acceso a organizar, agregar y editar archivos. El enlace de editor puede ser enviado a otras personas, por lo que se debe pensar detenidamente si la información es sensible o no.
Los permisos se pueden editar incluso después de crear la carpeta, lo que significa que se puede dejar de compartir el archivo o la carpeta al eliminar a las personas de la lista. También se puede restringir que los archivos se compartan, así como prohibir que las personas los descarguen, copien o impriman.
Administrar los permisos es importante, así como tener en cuenta qué tipo de archivos y con quién se están compartiendo. Si los datos que se van a compartir son confidenciales, debemos tener la seguridad de que confiamos en la persona con la que se está compartiendo y que no los reenviará.
Por último, ESET aconseja ser cauteloso al seleccionar con quién se comparten datos. Para tener una comprensión adecuada del contenido y la seguridad en Drive, también es buena idea hacer una auditoría propia de vez en cuando.