Washington.— El gobierno de Estados Unidos urgió ayer a Corea del Norte a evitar “más acciones contraproducentes” después de que Pyongyang destruyera la oficina de enlace intercoreana situada en su territorio, en lo que supone la mayor escalada de tensión en la península desde finales de 2017.
“Estados Unidos apoya plenamente los esfuerzos de Corea del Sur en las relaciones intercoreanas e insta a Corea del Norte a evitar más acciones contraproducentes”, dijo una portavoz del Departamento de Estado. La detonación de la sede de la oficina se produjo a las 14:49 hora local (5:49 GMT) y aparentemente en respuesta al envío de globos con propaganda contraria al régimen por parte de activistas desde Corea del Sur.
Corea del Norte pareció ignorar el hecho de que el Ejecutivo de Corea del Sur denunciara de inmediato a estos grupos de activistas para impedir que vuelvan a enviar panfletos y, por boca de Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano Kim Jong-un, advirtió el fin de semana sobre la posibilidad de demoler el edificio.
Tras conocerse la noticia, el Ejecutivo surcoreano convocó una reunión de su Consejo de Seguridad Nacional y al término del encuentro consideró en un comunicado que la destrucción del edificio “golpea las expectativas de aquellos que desean impulsar las relaciones intercoreanas y establecer la paz en la península”. Seúl advirtió que si el Norte continúa dando pasos para empeorar la situación responderá “con firmeza”.
La Unión Europea (UE) ha calificado de “inaceptable” la creciente retórica militar de Corea del Norte hacia Corea del Sur; mientras que Rusia ha pedido “contención” a las dos Coreas. Este acto, unido al “aumento de la retórica militar” de Corea del Norte, supone en opinión de Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, un movimiento “inaceptable”, por lo que llama a “evitar cualquier paso provocador y dañino” durante los próximos días.
Luego, Corea del Norte dijo que reubicará a las tropas en sitios turísticos y económicos intercoreanos ahora cerrados cerca de la frontera con Corea del Sur.
Declaró que sus unidades militares se desplegarán en los sitios del proyecto turístico Diamond y el complejo industrial Kaesong, ambos ubicados al norte de la frontera fuertemente fortificada. Esos sitios, que alguna vez fueron símbolos de la cooperación intercoreana, han estado cerrados en medio de las animosidades sobre el programa nuclear de Corea del Norte.
En 2018, Corea del Norte y Estados Unidos iniciaron un proceso de negociación que desembocó en dos cumbres entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y Kim: la primera en junio de 2018 en Singapur y la segunda en febrero de 2019 en Hanói, que se cerró sin acuerdo sobre el proceso de desnuclearización. Posteriormente, en diciembre de 2019, Corea del Norte anunció que suspendía las negociaciones con Estados Unidos, aunque la administración Trump ha intentado mantener el diálogo abierto.
Algunos analistas externos creen que, luego de no conseguir lo que quería en las conversaciones nucleares, Norcorea recurrirá a la provocación para obtener concesiones externas porque es probable que su economía haya empeorado por las persistentes sanciones encabezadas por Estados Unidos y la pandemia del coronavirus.