Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) le enmiendan la plana al subsecretario de Salud de México, Hugo López-Gatell, y señalan: los síntomas del coronavirus no son “los de un catarro” y no existe evidencia de que el clima lo haga más o menos letal.
Más aún, lo exhortan a aplicar medidas de prevención —como lo hicieron China y Singapur— y no sólo de “mitigación”.
El 28 de febrero, durante la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, el subsecretario de Promoción y Prevención de la Secretaría de Salud, Hugo López-Gatell, señaló que el virus “no se puede contener”, pero “no contenerlo no quiere decir que no se pueda mitigar la transmisión hasta el grado potencial de eliminarlo”.
Sostuvo: “No es una enfermedad grave. En su mayoría estamos hablando de más de 90% de casos leves”, cuyos “síntomas son los de un catarro”.
Y añadió que “el clima aquí es un elemento importante. No quiere decir que irremediablemente cuando venga el calor súbitamente se va a acabar la transmisión; podría continuar durante el verano. Sin embargo, la posibilidad y la eficiencia con que se transmite va a ser considerablemente menor”.
Fuerte reclamo
En conferencia de prensa en Ginebra el mismo viernes 28 de febrero, Michael Ryan, encargado de Emergencias de la OMS, corrigió al subsecretario mexicano: ante la expansión del coronavirus, las medidas de contención han sido efectivas en otros países, como China o Singapur.
A pregunta expresa de Proceso, Ryan remarcó que contener un brote tiene por objetivo “romper la cadena de transmisión y que el virus no viaje de una persona a otra”.
Explica que contener es aislar casos, evitar que se propague, rastrear contactos. Eso es lo que hizo China y lo que ha hecho Singapur, por ejemplo, probando que es una medida eficaz porque han logrado bajar el número de casos de manera considerable.
Utilizar medidas para mitigar la enfermedad “es cuando aceptas que ya no puedes parar la transmisión entre personas”, comenta.
En ese caso se utilizan, por ejemplo, medicamentos para tratar de reducir el impacto de la enfermedad que ya se encuentra en la población.
Sin embargo, para el nuevo coronavirus no hay vacuna y no hay un medicamento específico para tratarlo.
Respecto al clima y al fin de la temporada de influenza, María van Kerkhove, responsable técnica del programa de emergencias de la OMS, sostiene que se tiene que estar listo para enfrentar lo que este nuevo virus hizo en China, puesto que se puede transmitir de la misma manera en otra parte.
Descarta que en México el brote pueda ser más ligero debido al calor o porque termine la temporada de influenza.
Las recomendaciones para todos los países son las mismas, abunda la experta: identificar los casos, aislarlos, rastrear contactos, seguir a esos contactos durante 14 días y terminar la cadena de transmisión.
En cuanto a los síntomas, Ryan subraya que no se trata de una gripe ni de un catarro, no se presenta con secreción nasal o dolor de garganta, el COVID-19 (nombre de la enfermedad) se inicia en 90% de los casos con fiebre, 70% de los casos con tos seca, dificultad para respirar y, en los casos más graves, con una neumonía.
La tasa de mortandad es de 2% y las personas que corren mayores riesgos son los adultos mayores y quienes padecen diabetes o enfermedades cardiovasculares.
Hasta la noche del 28 de febrero, la Secretaría de Salud había confirmado cuatro casos de COVID-19. Los dos primeros confirmados —un adulto varón en la Ciudad de México y otro en Sinaloa— habían estado previamente en Bérgamo, Italia, donde presuntamente se contagiaron.
Alerta máxima
Por su parte, el titular de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, envía un mensaje a México: “Cualquier cosa que pase está en nuestras manos, especialmente si el gobierno toma un enfoque integral en combinación con toda la sociedad.
“Si hay fuerte liderazgo político y fuerte liderazgo desde arriba, todo es posible.
“México, estamos con ustedes; estoy seguro de que van a pelear duro para contener el brote y cortarlo de raíz”, dice Tedros en declaraciones a Proceso.
90
POR CIENTO
de los casos con fiebre del Covid-19.
70
POR CIENTO
de los casos con tos seca.