El gobierno francés hacía frente ayer a una lluvia de críticas por la lentitud de su campaña de vacunación contra el COVID-19, que avanza a paso de tortuga en relación a otros países europeos.
Francia, un país de 67 millones de habitantes, comenzó a inocular el 27 de diciembre en las residencias de ancianos. Pero hasta el 1 de enero apenas 516 personas habían recibido la vacuna, en comparación con más de 200 mil en Alemania e Italia que superó las 100 mil, en el mismo periodo, y alrededor de un millón en Reino Unido.
“Se están burlando de nosotros. Hoy en día vacunarse es más complicado que comprar un auto”, denunció Jean Rottner, presidente de la región Gran Este, una de las más afectadas por la pandemia.
“Estamos hoy frente a un escándalo de Estado”, añadió Rottner, miembro del partido de oposición de derecha Los Republicanos (LR). “Las cosas deben acelerarse”, urgió.
Estrategia de vacunación
El presidente Emmanuel Macron sostuvo ayer una reunión especial con altos funcionarios para abordar la estrategia de la vacuna y temas relacionados.
Mientras tanto, médicos y expertos en salud españoles expresaron su frustración por el lento inicio de la campaña de inoculación contra el COVID-19 en el país, con sólo unas pocas decenas de miles de personas inmunizadas desde que la UE aprobó el fármaco hace dos semanas.
La vacuna desarrollada por Pfizer y su socio alemán BioNTech superó los obstáculos normativos de la Unión Europea el 21 de diciembre y las vacunaciones comenzaron el 27 de diciembre, pero el proceso ha sido lento y engorroso, provocando críticas en varios estados miembro, incluyendo Alemania y Francia.
Campaña interrumpida
En España, la campaña de vacunación ha sido parcialmente interrumpida por un largo fin de semana de año nuevo, con muchos trabajadores del sector de la salud todavía de vacaciones y algunos residentes de hogares de ancianos visitando a sus familiares. Algunas regiones también se quejaron de retrasos en la recepción de las vacunas la semana pasada.
En contrasentido, Reino Unido se convirtió ayer en el primer país en utilizar la vacuna del equipo británico AstraZeneca/Oxford contra el COVID-19, acelerando así la campaña de inoculación comenzada a principios de diciembre.
CEPA LLEGA A NUEVA YORK
Nueva York reportó el primer caso de la nueva cepa de COVID-19 originada en Reino Unido.
“El laboratorio Wadsworth confirmó un caso de la cepa de Reino Unido en el condado de Saratoga, Nueva York. Es un hombre de unos 60 años que tenía algunos síntomas. No ha viajado recientemente, así que las pruebas sugieren que está en la comunidad”, señaló el gobernador Andrew Cuomo.