Existen muchos debates sobre la mejor hora para hacer deporte. Algunas personas dirán que mejor por las mañanas, mientras que otras aseguran que mejor por la tarde. La realidad es que la realización de deporte tiene beneficios independientemente de la hora a la que lo practiquemos y el horario de preferencia dependerá, en gran parte, de nuestras necesidades.
Pero, al margen de eso, hay otras cosas a tener en consideración, como el hecho de entrenar antes o después de comer y el tiempo que tendríamos que dejar pasar entre ambas. Existe un mito de que se quema más grasa haciendo deporte después de comer, sin embargo la realidad parece estar bastante alejada de esto.
Cuando hacemos ejercicios después de comer nos encontramos con que la mayor parte de la sangre de nuestro organismo está dedicada a realizar la digestión. Cuando hacemos deporte después de comer enviamos parte de la sangre dedicada a la digestión a los músculos, pudiendo afectar a dicha digestión. Podríamos sufrir mareos, desmayos y problemas para metabolizar los nutrientes correctamente.
Además, tampoco estaremos ayudando a quemar nada, porque todavía no lo habremos procesado. Por ello, aunque prefiramos no realizar deporte en ayunas, lo ideal sería que dejáramos una o dos horas entre la comida y la realización de la actividad física, dependiendo del tipo de comida – y la cantidad – que hayamos hecho. Incluso más si la comida ha sido muy pesada o copiosa.