Entre profundas barrancas y exuberante vegetación se encuentra Cuetzalan, Pueblo Mágico, que aún con el paso de los años conserva con gran vigor las tradiciones indígenas que lo hacen único en la región.
Rodeado de montañas, cascadas, grutas y un sinfín de atractivos naturales, este pueblo es el sitio donde el hombre se transforma en pájaro y vuela con el ritual de los Voladores o la danza de quetzales, negritos y sus enmascarados payasos.
De calles de piedra, herencia ancestral, y fachadas adosadas son muestra de que el tiempo en Cuetzalan no se ha detenido y es ideal para visitar un fin de semana, siendo el tianguis dominical, que se extiende desde la gran plaza hasta varias calles, un lugar donde podrás encontrar amplia variedad de productos como café, bordados, flores y deliciosos alimentos.
Entre otros puntos a visitar, destaca el Santuario de la Virgen de Guadalupe, inspirado en el Nuestra Señora de Lourdes en Louvre, Francia, que, con sus semejanzas y diferencias, ambas fueron construidas por el mismo arquitecto Violet Le Duc.
Lo peculiar de este templo es la alta y esbelta torre del campanario, en lugar de agujas y grutescos, propios del neogótico de Violet Le Duc, en Cuetzalan, tiene hilados de vasijas de barro que la han hecho llamarse popularmente la “Iglesia de los Jarritos”.
Para los amantes de la naturaleza nada mejor que las cascadas Las Hamacas, Las Golondrinas o Las Brisas. La primera de ellas, localizada en un hermoso paraje entre una serie de formas rocosas que forman un conjunto de pozas y una majestuosa caída de agua. Un lugar idóneo para nadar en sus cristalinas aguas y acampar en las laderas de la sierra.
Las Golondrinas es una de las cascadas más bellas y suntuosas de la región, pero de difícil acceso debido a que se ubica en las montañas. Para llegar hay que ir en transporte público de Cuetzalan hasta la comunidad de San Andrés Tzicuilan, que es de unos 10 minutos. Luego, caminar de 15 a 20 minutos más para llegar a este hermoso sitio.
Las Brisas igual está en un hermoso paraje, idóneo para pasar el día, acampar y nadar en el estanque que se forma bajo la caída de agua, de 17 metros de altura.
Fuente: Galu Comunicación