Cuidar el camello

No hay que hablar mal del camello, hay que cuidarlo. Y durante muchos años la inercia ha prevalecido; el descuido, la corrupción  y la rutina que conduce a la indolencia, han sido algunos de los signos que han llevado a la descomposición de los cuerpos de seguridad pública de todos los niveles de gobierno.

Hay que hablar del pasado para entender el presente. Es verdad que ha que superar el pasado, pero el lastre es muy fuerte. Y es también verdad que la ciudadanía no conoce a fondo la magnitud del abandono y la corrupción que condujeron al actual estado de cosas. Es injusto que las actuales autoridades carguen con el muerto de las culpas del pasado pero tienen que exponerlo de manera clara y directa ante la opinión pública.  De lo contrario se le endosará a los responsables políticos de hoy las culpas del pasado. Y ya está sucediendo. Varios dirigentes empresariales dicen que hay que ya no se le puede seguir echando la culpa al gobierno anterior. No es justa esta actitud, pero así está sucediendo por la conjunción de intereses económicos y políticos en juego.

Un ejemplo de la visión sesgada del tema de la inseguridad es haber pedido la renuncia de Francisco López Mena, que no es responsable de las policías municipal y estatal. Llevar el tema al nivel personal es rebajarlo y contaminarlo.

El tema de la inseguridad no es, ciertamente, privativo de Cancún ni de Quintana Roo sino de todo el país. Es verdad que las autoridades están rebasadas. Es verdad que no e fácil reencauzar y depurar a corporaciones policíacas de los ámbitos municipal y estatal profundamente infiltradas por grupos delincuenciales. Es verdad que los recursos son insuficientes. Es verdad, y esto es lo más grave, que el gobierno federal no está brindando el apoyo que se requiere.

Los empresarios españoles están sumamente preocupados por la inseguridad física y jurídica. Una nota del diario español El País consigna ayer:

“La inseguridad en todas sus vertientes, física y jurídica”, es la mayor preocupación de los empresarios españoles asentados en México, según ha reconocido el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, tras reunirse con una quincena de ellos en la residencia del embajador de España en la capital federal. La inseguridad física es una constante en la vida cotidiana de los residentes en México, como recuerda el asesinato en septiembre pasado de una sobrina del presidente de la Federación Española de Futbol, Ángel Villar”. Hay que cuidar al camello.

Correo: jorgeg512@hotmail.com

Twitter: @JorgeG512

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