Cumple 13 años el caso Succar Kuri

Tras casi una década de impunidad, fue hasta el año 2003 cuando salió a la luz una amplia red de tráfico sexual y pornografía infantil que involucraba a un empresario de origen libanés Jean Succar Kuri.

El pederasta logró evadir la acción de la justicia en Quintana Roo, aunque fue detenido el 5 de febrero del 2004 en Chandler, Arizona donde permaneció durante más de dos años detenido, mientras enfrentaba el proceso de extradición, solicitado por las autoridades mexicanas. Este domingo se cumplen 13 años de este grave caso, que alcanzó niveles internacionales por la delicadeza del tema.

El 22 de septiembre de 2004 el gobierno mexicano presentó la petición formal de extradición internacional de Succar Kuri por diversas órdenes de aprehensión giradas en su contra.

El 4 de abril de 2006 el juez magistrado para el Distrito de Arizona, David K. Duncan, otorgó la extradición del detenido por los delitos que se le imputaban en México y  el Departamento de Estado, en Washington, ordenó por la vía diplomática el 14 de julio de 2006 la entrega a México del presunto pederasta.

De regreso, pero a una mazmorra

El 16 de julio arribó a Cancún en un jet de la PGR al Aeropuerto Internacional de Cancún, lugar donde años atrás, tenía algunos negocios y grandes influencias en esa terminal aérea, pero el vuelco de la fortuna le dio un revés y pisó el aeropuerto esposado, con el rostro desencajado y un evidente estado de decadencia.

Ese mismo día, personal del Juzgado Tercero de Distrito notificó a Succar Kuri un auto de  formal prisión, el primero de varios, éste en la causa penal 78/04, por los delitos de pornografía infantil y corrupción de menores, quedando formalmente preso.

Días después, personal del Juzgado Tercero Penal notificó el mismo fallo en contra de “El Johnny” por los delitos de violación equiparada y corrupción de menores y la historia se repetiría bajo otro proceso penal .

No soy de aquí, ni soy de allá

Días después, se ordenó su traslado al Cereso de Chetumal donde solo estaría unas semanas, ya que en noviembre del 2006 fue trasladado al penal de máxima seguridad de ‘La Palma’ en Almoloya de Juárez, estado de México, hoy conocido como el penal de “El Altiplano”.

En agosto del 2007, autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Quintana Roo, consignó otros tres expedientes en contra Jean Succar Kuri, por su probable participación en la comisión de los delitos de violación, corrupción de menores y abusos deshonestos.

El 28 de marzo del 2010, Surcar Kuri fue regresado a la cárcel de Cancún y el 30 de marzo del 2011, le notificaron que quedaba sentenciado a 13 años de prisión, por los delitos de pornografía infantil y corrupción de menores, en lo que sería su primera condena.

Meses después fue trasladado nuevamente al penal de Almoloya de Juárez, en 2012 fue ingresado al hospital regional Adolfo López Mateos de Toluca, Estado de México.

Ejemplar sentencia

En agosto de ese mismo año, un tribunal federal lo sentenció a 112 años y seis meses de prisión por pornografía infantil agravada y corrupción de menores, algo histórico, pues sentó un precedente por delitos de pornografía infantil en el país. Esta sentencia fue dictada por el magistrado del Tribunal Unitario de Circuito con sede en Cancún, José Ángel Mattar Oliva, quien modificó la condena que meses antes había  dictado el Juez segundo de Distrito Gabriel Alfonso García Lanz por solo 13 años de cárcel.

La sentencia es de 16 años por cada uno de los siete menores afectados y que en conjunto suman los 112 años de sentencia y además el magistrado ordenó pagar a cada una de las víctimas 350 mil pesos como reparación de los daños causados.

Sin embargo, mediante un amparo directo promovido y ganado por su abogado Fernando Lechuga, pues encontró una omisión en el expediente (carecía del nombre del secretario que asistió al juez), quedó sin efecto la condena, aunque unas semanas después y ya subsanado el error, el Tribunal Unitario del 27 Circuito con sede en Cancún, ratificó la sentencia de 112 años de cárcel, aunque el código penal federal establece una pena máxima de 60 años por estos delitos.

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