Este sábado, cuando se instale la XVII Legislatura del Congreso de Quintana Roo, el partido Verde habrá conseguido el objetivo que se le escapó hace seis años: tener el control político y financiero del Poder Legislativo.
Hace seis años el Verde estaba aliado con el PRI y Nueva Alianza. Ese frente traía la marca de Roberto Borge Angulo, quien dejaba el gobierno en medio del escándalo y denuncias de corrupción, que fueron bandera de la coalición del PAN y PRD que postuló a Carlos Joaquín González al gobierno del estado.
En esa XV Legislatura Morena estrenaba presencia legislativa con dos diputados plurinominales, niófitos políticamente, que obtuvieron la candidatura por medio de una tómbola.
El entonces frente sumaba 13 diputados (siete del PRI, cinco del Verde y uno de Nueva Alianza) y en teoría no tendría mayor problema para que Raymundo King de la Rosa, el coordinador de los diputados priistas, se hiciera con la presidencia de la que fue la última Gran Comisión.
Sin embargo, desde el frente del entonces gobernador electo Carlos Joaquín se lanzó una operación a cargo del ex alcalde de Solidaridad Miguel Ramón Martín Azueta, para evitar que el Congreso caiga en manos de los satanizados adversarios de entonces.
Dicen que Miguel Ramón puso un pizarrón en la sala de su casa, para visualizar los movimientos de diputados que se aprestaba a realizar, con el fin de cumplir con la encomienda de obtener el control del Congreso para el grupo político entrante.
Señalan también que Miguel Ramón pasaba noches de insomnio tratando de consolidar el proyecto que pondría en marcha el día de la instalación de la XV Legislatura.
Y llegó el día. El PRI, Verde y Nueva Alianza presentaron una propuesta de Gran Comisión con King de la Rosa a la cabeza y el PAN-PRD hizo lo mismo con Eduardo Martínez Arcila como líder.
Pero ocurrió que al bloque del PRI, Verde y Nueva Alianza se le fue el diputado Juan Carlos Pereira Escudero, quien se declaró independiente y la priista Candy Achach Solís se reportó enferma y hospitalizada.
Hasta el nosocomio fue Jorge Emilio González Martínez, mandamás del Verde, a tratar de convencerla de ir a Congreso y votar a favor de su bando, pero no lo logró y de 13 votos se quedó con 11.
Del otro lado, a los seis diputados del PAN y tres del PRD, Miguel Ramón sumaba a los dos de Morena, a Pereira Escudero y a uno de Encuentro Social. La votación quedó 11-13 a favor de la coalición que postuló a Carlos Joaquín y con esa mayoría se empezó a desmantelar el denominado paquete de impunidad que la XIV Legislatura había confeccionado para Roberto Borge.
Hoy las cosas son totalmente diferentes. El Gobernador saliente y el Verde ya no son adversarios, juegan del mismo bando.
Seis años después, el partido de González Martínez finalmente logró su objetivo y con creces, pues no será un aliado el que lideree al Congreso, como iba a ser en 2016 con el priista King de la Rosa, sino uno de los suyos, Renán Sánchez Tajonar, quien en los hechos es el nuevo proyecto político del Verde.
Con el paso de los años, Raymundo King transmutó y ahora orbita alrededor de la 4T, al igual que Miguel Ramón, mientras que Candy Ayuso volverá a ser diputada del PRI, solo que ahora ya no será necesario que se enferme y, como hace seis años, está colocada del lado correcto de la historia, sin abandonar a su partido… al menos hasta ahora.
Los adversarios de ayer, son los grandes aliados de hoy.
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