De alcaldes, ex alcaldes y ex gobernadores

“Es de los impuestos, lo que hay”, confiesa Jaime Hernández Zaragoza, mientras acomoda voluminosos paquetes con billetes en un sobre tamaño oficio de color manila, que entrega a Julián Ricalde Magaña.

Se trata de una de las escenas contenidas en el video en el que el actual alcalde Julián Ricalde Magaña aparece recibiendo paquetes de dinero de manos de su antecesor. La difusión de ese material recorrió todos los rincones del país, en un nuevo escándalo político vinculado con el manejo del erario cancunense.

“¿Cuánto es?”, preguntó antes Ricalde Magaña al entonces alcalde interino, el suplente de Gregorio Sánchez Martínez.

“Son tres”, respondió Hernández Zaragoza. Cuando se trata de dinero, en el modismo mexicano eso se interpreta como tres millones, pero Ricalde Magaña afirma, sin negar que recibió el dinero, que eso “es de locos”.

“Tres millones no caben en ese sobre”, asegura, para luego dar una y otra cifra en diversas entrevistas periodísticas. Habló de $150,000, de 250 y hasta de $300,000.

La cantidad que sea, tres millones o $150,000, el video muestra una vez más la forma en que se manejan los recursos públicos sin importar el color de los partidos políticos. Dicen por allí que el poder los hace iguales, pero son peores quienes afirman ser diferentes, que se rasgan las vestiduras y se dan golpes de pecho, solo para finalmente hacer lo mismo.

No es nuevo. La corrupción forma parte de la historia no solo mexicana, sino universal, pero muy pocas veces queda documentada, como ocurrió ahora o como le sucedió al “Señor de las Ligas”, como se le conoció al también perredista René Bejarano, cuando fue filmado recibiendo fajos de billetes en el Distrito Federal.

Y aunque quede documentado, normalmente se le apuesta al olvido que lleva a la impunidad.

En una ocasión Ricalde Magaña dijo que él no correría la misma suerte de otros líderes de la oposición que llegaron a la presidencia municipal, como Juan Ignacio García Zalvidea y Gregorio Sánchez, que tuvieron carreras políticas truncas por sus problemas con la ley.

“Yo no tengo cola que me pisen y esa es mi fortaleza para avanzar a lo más alto”, afirmó sentado detrás del mismo escritorio en el que lo filmaron recibiendo el dinero.

Y resultó que sí tenía cola y que con ella le ha dado el tiro de gracia al desdibujado proyecto de Graciela Saldaña. Pero con ello también abonó a la desconfianza ciudadana.

¿Con qué confianza y compromiso ahora los ciudadanos irán a pagar su predial? Ya vieron en Youtube dónde termina su dinero.

Platea

Después de llevar al desastre social a un estado y de entregar el poder a la oposición, ¿quedan ganas de pasear y mostrarse como si nada, sin un gramo de vergüenza? Por como se paseaba ayer Ulises Ruiz, campantemente, en el centro comercial Malecón Las Américas de Cancún, todo parece indicar que sí.

Con total desfachatez, el ex gobernador de Oaxaca, culpable del conflicto magisterial que paralizó durante meses la capital de ese estado, se paseó ayer por la tarde, llevando como paje al delegado de una dependencia del gobierno federal.

¿Habrá sido casualidad o Ulises tiene algún interés en Quintana Roo? ¿A caso se los cuida ese delegado federal?

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