Decisión política y no de mercado, mantener precio de gasolina: SHCP

El 1 de enero pasado, el gobierno liberalizó el precio en el mercado de combustibles en México, lo que de inmediato causó una alza de hasta 22 por ciento en el costo de la gasolina. Foto Cristina Rodríguez

Ciudad de México. Fue una decisión política y no razones de mercado la que llevó al gobierno federal a mantener sin cambio, por al menos las dos siguientes semanas, los precios al público de gasolinas y diésel, reconoció este viernes la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

“Sí, es una decisión política”, dijo Miguel Messmacher, subsecretario de Ingresos de la SHCP, en declaraciones a la radio, poco después que la dependencia anunció estímulos fiscales a los importadores de combustibles para mantener sin cambio, respecto de los niveles actuales, el precio de las gasolinas y diésel en todo el país.

México se está moviendo hacia un mercado abierto y flexible de combustibles, “pero durante la etapa de transición sí se toma una decisión de política de que en el proceso iremos suavizando las modificaciones, con la idea de que sí se modifique esto en la dirección que marque el mercado”, dijo el funcionario.

Agregó que “en la medida que tengamos espacio fiscal procuraremos suavizar las fluctuaciones”.

El 1 de enero pasado, el gobierno liberalizó el precio en el mercado de combustibles en el país, lo que de inmediato causó una alza de hasta 22 por ciento en el costo de la gasolina. La medida generó una ola de protestas en todas las regiones del país, algunas de ellas con saqueos y vandalización de establecimientos comerciales y bancos, imágenes que se difundieron en los medios de comunicación de México y de varios países.

Para justificar el incremento, el gobierno aseguró que ya no era aceptable seguir subsidiando el precio de los combustibles. Sostuvo que a partir de entonces no habría otras consideraciones que las de mercado para fijar el precio, determinado a partir de la variación del tipo de cambio (más de la mitad de la gasolina que se consume en el país es importada), el precio internacional del petróleo y de la gasolina en el sur de Estados Unidos, el costo de transporte, el margen de ganancia de los dueños de las gasolineras y los impuestos.

“Si nosotros actualizamos tal cual los valores de la fórmula que utilizamos para la determinación de los precios de enero, en principio, la fórmula simple y sencilla, de manera lisa y llana, nos tendría que haber dado un incremento en el precio de los combustibles, obviamente más chico en magnitud de lo que vimos en enero”, reconoció Messmacher.

“Y entonces lo que hicimos, igualito que en enero, fue evaluar cuánto es que podíamos nosotros suavizar el precio, reduciendo ligeramente la tasa del impuesto a través de un estímulo fiscal, utilizando esos ingresos excedentes (por mayores precios del petróleo)”, dijo.

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