Bernie Sanders es una de las personas que ha mostrado inconformidad con la decisión de Twitter de impedir definitivamente que Donald Trump vuelva a hacer uso de la plataforma. El senador independiente dejó en claro que no tiene un buen concepto del expresidente, pero aún así, no le parece correcto el veto que se le dio tras los disturbios del Capitolio del 6 de enero.
Sanders expresó sus ideas en el podcast “The Ezra Klein Show” de The New York Times, donde se le preguntó si creía que era verdad la crítica de que los liberales se han vuelto “demasiado censuradores”. Entonces, el político respondió:
“Mira, con Trump tienes un expresidente racista, sexista, homófobo, xenófobo, un mentiroso patológico, un autoritario, alguien que no cree en el Estado de derecho. Esto es una mala noticia.
Pero si me estás preguntando ¿acaso me siento particularmente cómodo de que el entonces presidente de Estados Unidos no pudiera expresar sus puntos de vista en Twitter? No me siento cómodo con eso” afirmó.
Varias figuras públicas han definido la medida de Twitter como una violación a la libertad de expresión, así como un acto de censura. Sin embargo, no hay indicios de que los directores de la red social hayan cambiado de opinión.
Fue dos días después del ataque al Capitolio que la plataforma anunció la suspensión permanente de Trump y argumentó que la decisión respondía al “riesgo de una mayor incitación a la violencia”, pues se piensa que los tweets del republicano pudieron haber motivado a sus simpatizantes a vulnerar las instalaciones gubernamentales.
En la entrevista, Bernie Sanders declaró que el exmandatario sí era “directamente responsable” del caos del 6 de enero así como que “pasaría a la historia como el peor presidente y el más peligroso de la historia”.
Y, aunque dijo que las redes sociales no debían usarse difundir discursos de odio, teorías de conspiración ni con propósitos autoritarios e insurrección, se mostró preocupado porque el veto de Trump podría abrir las puertas a que, posteriormente, se censure a otra persona que tenga un punto de vista muy diferente y el cual resulte incómodo para algunos. Por último, concluyó:
“Así que no me gusta darle tanto poder a un puñado de personas de la tecnología. Pero el diablo obviamente está en los detalles y es algo sobre lo que vamos a tener que pensar largo y tendido, y es cómo se preservan los derechos de la Primera Enmienda sin llevar a este país a un pensamiento de la gran mentira y teorías conspirativas”.
Aunque parece poco probable que el expresidente vuelva a Twitter, sus portavoces ya afirmaron que él creará su propia plataforma donde podrá expresar con libertad sus ideas. Incluso, aseguraron que los internautas quedarán fascinados con la invención.