Del entusiasmo por la apertura, al descuido de la terminal del Tren Maya en Playa del Carmen

En Quintana Roo, una semana después de su inauguración, la estación Playa del Carmen del Tren Maya quedó en desuso, sin que aún se active la venta de boletos para utilizar el servicio ferroviario.

Este tramo del proyecto federal, conocido como tramo 5 Norte y una pequeña porción del tramo 5 Sur, fue inaugurado por el presidente Andrés Manuel López Obrador el jueves 29 de febrero.

A pesar del entusiasmo inicial, las instalaciones de la estación, ubicada en el extremo opuesto del corredor hotelero Riviera Maya, quedaron desatendidas después de la apertura oficial. La mayoría de los trabajadores que estaban presentes durante la visita presidencial fueron retirados del lugar.

En la entrada de la estación, un empleado admitió no saber cuándo comenzará a operar la estación. Muchos obreros fueron reubicados en otros tramos del proyecto federal en Quintana Roo, mientras que algunos fueron despedidos al concluir las obras en Playa del Carmen.

Aunque la llegada del presidente en el vehículo oficial ferroviario generó alegría entre los seguidores del gobierno, ahora existe confusión sobre cuándo el tren volverá a pasar por Playa del Carmen.

En la página oficial de venta de boletos, solo se ofrece la ruta de Palenque a Cancún Aeropuerto, que comenzó a operar gradualmente entre diciembre y enero pasados.

El tramo 5 Sur ha sido objeto de controversia. Este tramo, que va de Playa del Carmen a Tulum, atraviesa alrededor de 67 kilómetros de selva maya recién intervenida.

Actualmente, existe una suspensión definitiva en el juicio de amparo indirecto 1003/2022 emitida por el Juzgado Primero de Distrito de Yucatán, que ordena al gobierno detener los trabajos hasta que presente estudios de factibilidad ambiental, lo cual aún no ha ocurrido. El propio presidente reconoció la existencia de esta orden judicial durante su reciente visita a Cancún.

En este tramo, los ambientalistas han documentado vertidos de cemento al acuífero maya y la destrucción de cuevas y cenotes para instalar pilotes que sostendrán un acueducto para el Tren Maya.

Se espera que en las próximas semanas el juez federal se pronuncie sobre este asunto.

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