BUENOS AIRES | La Nación
“Empezó cuando tenía 4 años más o menos, con algo tan inocente como es un oso de peluche. Él tenía un gorila de peluche y yo una osita y me decía que eran novios y que él me iba a enseñar cómo había que jugar. Chicho se llamaba el gorila y Corazón mi osita. Era chiquita pero me acuerdo”.
Así cuenta Micaela, de 17 años, cómo comenzó su padre a abusar de ella.
La joven, oriunda de Buenos Aires, creó en 2015 un grupo de Facebook llamado “Por una infancia sin dolor”. Allí publica poemas, textos y dibujos, para divulgar su historia y ayudar a otras personas en una situación similar.
También allí le escribe a su padre.
El siguiente texto se titula “Papá, te odio”: “Papá, que leés todo lo que publico acá, espero que también las esto. Vos y tu abogado merecen caer en el mismo infierno. Ojalá que no puedas dormir ni hoy ni nunca en paz, acordate de mi voz infantil diciéndote que me dejaras en paz. Ojalá te espante el sueño”.
Micalea pudo cortar el abuso gracias a su colegio. El año pasado, las autoridades del Instituto ESBA de Villa Urquiza notaron “algo raro” en la manera en que Micaela actuaba, según comentaron fuentes de la institución a LA NACION.
A partir de ese momento, un gabinete psicopedagógico evaluó a Micaela y descubrió el abuso. Micaela y su madre abandonaron la casa del abusador y lo denunciaron.
Sin embargo, Micaela piensa que su madre no quiere que su padre vaya preso. “Yo tengo un hermanito de 7 años y mi mamá no trabaja, ella no quiere que él vaya preso, supongo que para no perder la plata que nos da de alimentos. Mi madre supo de los abusos cuando ya era tarde”, dice en una entrevista realizada por el diario Crónica.
También en la entrevista para Crónica, Micalea cuenta cómo era abusada por su padre: “Entraba a mi cuarto, cerraba la puerta y me manoseaba, me tocaba y hasta me hizo participar en chats pornográficos cuando tenía 7 y 8 años”.
El grupo de Facebook de Micaela tiene más de 15 mil seguidores, y, según ella, sirve como catarsis y para generar conciencia sobre este tipo de casos.
“Para todos los adultos que me leen en este momento: todos conocemos a un niño o a una niña, es responsabilidad de todos hacer que su infancia sea feliz y sin abusos”, dice en un posteo.