Chetumal, 19 de octubre.— Verónica Karina León, ex trabajadora de la Casa Hogar “Ciudad de las Niñas, Niños y Adolescentes” de Chetumal, denunció las precarias condiciones en las que se encuentran los menores que ahí viven, además de afirmar que hay graves deficiencias económicas, de mobiliario e infraestructura ocultadas por la propia directora, Sandra Yuridia Ramos.
La entrevista dio a conocer el calvario que vivió durante 31 días, que la llevó a denunciar los malos tratos que recibe no solo el personal que ahí labora, sino también los menores de edad que están bajo resguardo.
Verónica León detalló que fue obligada a trabajar por órdenes de la directora Sandra Yuridia Ramos, poniendo en riesgo su salud. Finalmente, resultó contagiada de covid-19, ya que por un lapso de 31 días fue retenida contra su voluntad en un cuarto con el pretexto de atender a los niños y niñas que previamente habían dado positivo al virus, lo cual no fue notificado al DIF Estatal para su atención. La ex empleada, conocida como “tía”, señaló que su despido se dio de manera injustificada por demandar derechos laborales, el pago de bonos por trabajar en días festivos y por solicitar atención médica, puesto que detectó síntomas de covid-19 en varios niños de la villa que atendía. “Llegué a trabajar el 19 de agosto a mi villa, que es la 5, y vi que los niños ya tenían síntomas de covid; me puse a revisar un reporte que hacemos todas las tías y veo que desde el día 15 los niños presentaban síntomas, pero nadie dijo nada, Le comenté a la trabajadora social la situación y me dijo que por orden de la directora ya no me podía retirar a mi casa y a partir de ese momento ya nadie entraba”, reveló.
Según dijo, días después les hicieron la prueba y ocho niños y ella salieron positivos, les dieron tratamiento. “Yo sola me monitoreaba y a los niños igual y los atendía porque, aun sintiéndome mal, me pusieron a trabajar, no me dejaron salir para nada”, dijo.
Del llamado de atención que hizo para atender a los menores, aseguró que también fueron despedidas una doctora y una enfermera, quienes reiteraron ante la directora la necesidad de que permaneciera en reposo y no trabajando atendiéndose ella misma y a los menores infectados.
Ante esta situación, señaló que recurrió al área de Recursos Humanos del DIF Estatal, a cargo de Laura Soberanis, quien dijo desconocer totalmente la situación que había prevalecido en la Casa Hogar y comprometiéndose a efectuar el pago que se le adeudaba, el cual hasta la fecha no ha recibido.
Agregó, además, que hay mala administración por parte de la directora, que se refleja en la falta de comida, ropa y artículos de higiene personal para los niños, al igual que los castigos que reciben los menores de la directora cuando realizan travesuras o tienen un mal comportamiento, pues los encierran en un baño a oscuras o son exhibidos en una silla de sanción. (Infoqroo)