Guadalajara, 26 de enero.- El agrónomo jalisciense Ernesto Cruz desarrolló un método para llevar al límite la eficiencia en el cultivo del maíz, y logró obtener 44 toneladas por hectárea.
“Si te quieres encontrar un enemigo de los transgénicos soy yo, porque no son necesarios”, compartió en entrevista el egresado del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), y quien en los últimos años trabajó en China, de la mano del Gobierno de aquel país, para elevar el rendimiento de los cultivos.
El agrónomo desarrolló un método de 24 pasos que, combinado con una técnica de hiperdensidad, es decir, gran cantidad de semillas por hectárea, le permitieron cosechar hasta 44 toneladas por hectárea cultivada, cuando Estados Unidos, el principal productor de maíz en el mundo, obtiene 10 toneladas por hectárea. El promedio nacional en México está entre cuatro y cinco toneladas.
“Un grupo muy fuerte de producción en China me invitó para allá. Iba yo por un ciclo y cuando llegué estaban atrasadísimos. Su rendimiento era de cuatro toneladas. De 2014 a 2018 pasó de 4.5 a 15 toneladas por hectárea”, compartió.
“Mandaron a llamar a los mejores técnicos de todo el mundo. En 2018 el Secretario de Agricultura de China me pidió que llevara al límite la producción. Puse ocho hectáreas con esta tecnología y logramos poco más de 44 toneladas por hectárea”.
(En Yucatán y Quintana Roo, donde el suelo es pedregoso, lo que dificulta su mecanización, con la agricultura tradicional de temporal los rendimientos de la milpa son de entre 800 y mil kilos de maíz por hectárea).
Explicó que la clave para producir más en el campo mexicano está en la administración del tiempo, en trabajar en la actitud de la gente y en el conocimiento de la tierra que se va a cultivar.
“Es el proceso más preciso, más específico en las prácticas de manejo, conocimiento sobre el medio ambiente, las plagas, la condición de la tierra de manera individual en cada terreno, cuidando que el suelo sea más fértil”, indicó.
La diferencia entre México y China, dijo, es que allá hay un plan de desarrollo nacional para elevar la productividad del campo.
Como ejemplo dijo que en México los recursos federales para el campo llegan tarde, lo que es un problema al trabajar con su método.
“Los apoyos llegan totalmente inoportunos. Todo lo que haces entre la cosecha anterior y la siembra son 16 pasos y hacen la mitad del rendimiento. El problema del apoyo en México es que llega en julio, en agosto, totalmente desfasados y ya no hay oportunidad”, señaló.
No obstante, Cruz está de regreso en México, donde quiere romper su propia marca y serán unos predios en Jalisco los que se utilice para implementar su método, con el que quiere alcanzar una nueva marca de 50 toneladas por hectárea.
Además este año asesorará también proyectos en Querétaro, Chihuahua, Campeche y Jalisco para elevar la productividad de 30 mil hectáreas.