Aunque la emergencia sanitaria que se vive en México ha provocado que una buena parte de la población se quede en sus casas, esto no ha disminuido los índices de violencia en el país y a pesar de ese panorama, el presidente López Obrador ha sido enfático cuando descarta la posibilidad de implementar un toque de queda.
“Nada de toque de queda, nada de autoritarismo, todo por la razón y por el derecho, no a medidas draconianas y de dudosa efectividad para el propósito que tenemos”, declaró el mandatario federal, quien negó la posibilidad de que exista un horario límite para que la gente pueda estar en las calles.
Uno de los efectos que esperaba el jefe del Ejecutivo a raíz de la epidemia por el nuevo coronavirus era la disminución de la violencia, pero no ha sido así. Desde su perspectiva, quienes la ejercen son bandas del crimen organizado que se siguen disputando plazas entre ellos.
“Ya hemos podido ir bajando el número de homicidios, el número de delitos en general. No estoy cantando victoria, por eso estamos aquí todos los días, para ir recibiendo el reporte de lo que está sucediendo en esta materia que no podemos abandonar. Sí, el coronavirus, pero también garantizar la paz”, comentó.
Sin embargo, las cifras no muestran un avance en cuestión de homicidios y, de hecho, desde que se detectó el primer caso de Covid-19 en el país, el 28 de febrero, más de 2,000 personas han sido asesinadas. Además, la implementación de la fase 2 de la contingencia y la cuarentena no han logrado ser hechos significativos para la disminución de este fenómeno.
Durante el periodo del 1 al 26, según reportes de los informes de seguridad diarios, se contabilizaron 2,142 víctimas por este crimen, lo cual equivale a un promedio de por los menos 82 personas asesinadas todos los días, siendo los tres días posteriores al inicio de la fase 2 los más violentos, pues se registraron casi 88 homicidios cada 24 horas.
Cabe mencionar que las autoridades han detectado estados a los cuales establecieron como puntos rojos respecto a este crimen. Guanajuato se ubica a la cabeza de todos, pues tan sólo durante esos tres días acumuló 45 homicidios. Además, unos días antes, el 20 de marzo, dos cadáveres calcinados fueron encontrados al interior de una camioneta.
Del 24 al 26 de marzo, las entidades de la República en donde se detectaron más casos de asesinatos después de Guanajuato fueron el Estado de México, con 27 víctimas; Jalisco, con 22 casos; Chihuahua, con 16; y en la quinta posición Michoacán, con 15. Los únicos tres estados donde no se registraron homicidios dolosos durante ese periodo fue Aguascalientes, Baja California Sur y Nayarit.
En la conferencia de este viernes, López Obrador también hizo referencia a los casos que se pueden dar al interior de las viviendas, aunque desestimó el tema: “No se trata de violencia doméstica, no vayan a salir a decir, sin fundamento, que como ahora la gente están en sus casas, ahora hay más confrontación”.
Incluso destacó que en medio del panorama sanitario actual “se está viendo la fraternidad de la familia”; no obstante, diversos especialistas han advertido acerca de la posibilidad de que las agresiones en las casas aumenten, especialmente aquellas que van dirigidas hacia las mujeres.
El 25 de marzo, Olga Sánchez Cordero, titular de la Secretaría de Gobernación explicó que el estar toda la familia reunida en un solo lugar y las dificultades económicas que experimenten influirán en el aumento de violencia contra la mujer y menores de edad.
Por ello, el gobierno federal y el Centro Nacional de Género y Salud Reproductiva, establecieron que el número de emergencias 911 contará con la capacidad de atender casos de violencia intrafamiliar y de género durante la contingencia para que las víctimas reciban el apoyo de las instancias pertinentes.