La Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), bajo el control de militantes del Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM), tiene una manera muy rara de cumplir con su misión.
Desde siempre, sin importar el partido político en el gobierno, las acciones y omisiones de funcionarios de esa dependencia han sido por lo menos polémicas.
En Quintana Roo ha habido varios casos en los que la actuación de la Profepa ha quedado por lo menos en la duda, pero el más reciente ocurrió con el Dragon Mart en el que al margen de las fobias y filias que provoca el proyecto esa dependencia actuó con dilación y permitió que los promoventes se ampararan y pudieran realizar obras sin necesidad de la Manifestación de Impacto Ambiental.
Con un tortuguismo similar actúa en el caso de las obras de ampliación del hotel Grand Coral, en Playa del Carmen, en las que fue dañada una importante porción de mangle, especie protegida por la legislación ambiental mexicana.
Tan pronto se recibió una denuncia ciudadana, el gobierno de Mauricio Góngora Escalante actuó en consecuencia y clausuró los trabajos. Incluso, funcionarios de la administración municipal de Solidaridad revelaron que la sanción a la empresa por parte del Ayuntamiento de Solidaridad ascendería a más de $3.364 millones.
Desde el primer momento, el gobierno municipal dio vista a la Profepa de la irregularidad y de la clausura que aplicó, con el fin de que esa dependencia federal hiciera lo que en su nivel de competencia correspondiera.
Sin embargo, a casi a tres semanas de la acción municipal, la Profepa no da signos de vida… bueno, su delegada, Ludivina Menchaca Arias, participó ayer en una reunión nacional de representantes de esa dependencia en los estados, ante quienes el premio Nobel de Química, Mario Molina, dictó una conferencia.
Se sabe, que los mismos ciudadanos que denunciaron la destrucción de mangle ante las autoridades municipales también hicieron llegar la queja a la Profepa, pero por lo que se ve no les hicieron caso en la dependencia federal.
En contraste, a nivel nacional la Profepa realiza una supuesta verificación de todos los delfinarios y ha asegurado animales que son exhibidos en tiendas de mascotas, las que han sido clausuradas, incluso en Quintana Roo.
Sin duda, la medida responde al discurso en pro de los animales que el PVEM lleva por todos lados, aunque por lo que se ve el trabajo que en ese sentido realizan sus militantes a cargo de la Profepa es selectivo, pues hay empresas que comercian de diferentes maneras con diversas especies que no han sido tocadas.
Por eso al principio dijimos que la Profepa realiza su trabajo de manera muy rara.
Persigue tiendas de mascotas, pero no vigila ni sanciona a los destructores de zonas de mangle, aun cuando éstas son áreas de reproducción de especies marinas que dan de comer a los seres más inteligentes del reino animal, los humanos. ¿Lo sabrán en la Profepa?
Platea
En la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes (Canirac) combaten la ilegalidad con más ilegalidad. Hace unos días fue electo como su presidente en Quintana Roo David Aguilar Osorio, hermano de Jorge, cercano a Julián Ricalde Magaña y actual diputado local por el PRD.
La elección de David Aguilar, según se denunció, se hizo de manera irregular. Ante las quejas, llegó este jueves a Cancún el representante jurídico de la Canirac nacional, destituyó a Aguilar e impuso, sin elección de por medio, a Rafael Aguirre, del grupo Mera.
En el pasado hubo organismos empresariales en Cancún en los que las diferencias se dirimieron en la ilegalidad. Hoy esas agrupaciones son prácticamente un membrete, sin importancia y representatividad que llegaron a tener. ¿A eso le tiran en la Canirac?
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