Alejandra Galicia
CANCÚN, 28 de noviembre.- El incremento de los precios en los productos de la canasta básica hace que las madres de familia, busquen nuevas opciones para alimentar a sus hijos.
Estas opciones van desde buscar un trabajo informal que les de la oportunidad de llevar más ingreso a su hogar o bien, cazar las ofertas o hasta realizar compras colectivas en supermercado de mayoreo para ahorrar.
De acuerdo con el Índice de Precios al Consumo la inflación en México es de 8.4%, lo que encarece todos los productos y afectó los precios de la canasta básica. Como alternativa para mitigar el impacto la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) lanzó el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) en mayo y lanzó la versión 2.0 en octubre de este año con vigencia hasta febrero de 2023.
También puede interesarte: Ninguna medida frena la inflación en Quintana Roo
Bety López, es madre soltera. Ella tiene dos hijos uno que estudia en el nivel básico y el mayor, la universidad. Le preocupa que cada vez que va al mercado o al super, el recurso que lleva para comprar su canasta básica no le alcanza.
“Ya ni con las ofertas alcanzo a surtir mi mandado de la semana” dijo.
Desde hace más de 20 años radica en Cancún, ella es originaria de Guanajuato y da clases de español a extranjeros, no es un trabajo formal, pues, ofrece su servicio a extranjeros que tienen estancias al menos de un mes.
Al tener mayores gastos en casa, asegura que un trabajo no le es suficiente, por ello, la opción de tener otros trabajos que le sumen a su ingreso fue la salvación para cubrir el sustento de sus hijos.
“Me la paso buscando ofertas de los supermercados, entonces voy a tres diferentes y solo así puedo comprar el 80% de mi canasta básica”
A pesar de los esfuerzos del gobierno federal para madres de familia como Pilivet Aguiar, que tiene tres hijos, el incremento de los precios en la canasta básica provocó que se reduzca la cantidad de productos que adquiría con mil pesos, pues, ahora no alcanza para mantener a una familia de cuatro integrantes entre preadolescentes y jóvenes.
Como Pilivet que tiene un salario fijo con prestaciones de ley y otros insumos que le ayudan a organizar la economía familia, considera que es complicada la etapa económica en la que se encuentra Quintana Roo.
Pero, la situación se agrava cuando además de estar en la informalidad, las mujeres tienen más hijos o viven de recursos que ganan por día.
Cuenta que algunas de las alternativas para “sobrevivir” ha sido el hacer la compra del super en colectivo.
Se organizan grupos de madres de familia para comprar por mayoreo en supermercado, dividen el costo y las piezas de los productos, acuden a tiendas que vendan a granel, compran en días especiales donde existen descuentos en frutas y verduras.
Incluso, para estirar el presupuesto, sustituyen la carne de res por soya o huevo y también compran con empresas de mayoreo para cocinar más caldos con verduras para hacer rendir los alimentos.
“La carne más barata es la congelada que venden en los supermercados, pero hay mucho que venden carne muy mala, por ejemplo lo estás cocinando y suelta un olor muy fuerte. Lo he solucionado con una herramienta que surgió en la pandemia, estas empresas que venden carne a hoteles, en pandemia se quedaron sin clientes y empezaron a sacar paquetes, empecé comprando paquetes de 500 pesos que me daba para semana y media y ahora lo estoy extendiendo hasta 2 o 3 semanas, es decir, hago muchos caldos con verduras”, dijo la madre de familia.
Mencionó que uno de los retos como madres de familia es comprar la mayor cantidad de alimentos a pesar del incremento de los costos, sin descuidar el valor nutrimental en los menús que prepara para los hijos.