Don Rafael Tovar y de Teresa su familia, amigos y el presidente de México, Enrique Peña Nieto, celebraron al mexicano patriota, al hombre extraordinario e inteligente, al ser humano ejemplar, al padre de familia, al político, al diplomático y al miembro de Gabinete que siempre aportó una mirada distinta para la toma de decisiones de las políticas públicas de México.
Durante el homenaje luctuoso celebrado esta tarde en el Centro Nacional de las Artes, encabezado por el mandatario mexicano, y por su familia: por su viuda, Mariana García-Bárcena, sus hijos: Rafael, Lenora, María y Natalia; el escritor, historiador, diplomático y promotor cultural fue celebrado como un mexicano ejemplar que sirvió con vocación a México.
Antes de montar la primera guardia de honor, el presidente de México aseguró que Rafael Tovar y de Teresa supo poner las herramientas del Estado a favor de los creadores y en defensa de la cultura. “El juicio de la historia sobre él, lo habrá de poner en el altar de estas grandes figuras que han servido a México”, señaló el presidente.
Antes, Rafael Tovar López Portillo, su hijo, fue el primero en ofrecer un discurso en el que señaló: “no vengo aquí a hacer apologías ni odas a Rafael Tovar y de Teresa, tampoco vengo a hablar de su legado histórico ni de la relevancias que tuvo tiene y tendrá en la historia de México. No soy yo quien para decir que es el heredero de Vasconcelos o de Torres Bodet. Al tiempo”.
Dijo que quería hablar de su padre y de estar a la altura de su padre en el cuidado de sus cinco mujeres. “Su muerte fue un reflejo de su personalidad, serena, elegante, discreta y pudorosa, como el gato pardo, se fue tranquilo y en absoluta paz, incluso en su muerte honro el lema de familia que reza: ‘una buena muerte honra toda una vida’, pero en su caso no sólo será muerte la que le honre, sino el amor que profesó por México. El amor que dejó en todos nosotros, en su esposa, en sus hijos, en sus nietos, en sus amigos y en sus colaboradores”.
Dijo también que hoy más que nunca y después de compartir incontables muestras de cariño, apoyo y solidaridad, y de escuchar el respeto y admiración con el que la gente se refiere a él, “estoy orgulloso de llevar el nombre de mi padre, un hombre ejemplar que hizo y dio todo por su familia y por México, que no flaqueó ni al final, cuando la enfermedad empezaba a causar estragos y su cuerpo comenzaba a traicionarlo. Llevo el nombre de un mexicano patriota, de un mexicano ejemplar que trabajó sin vanidad y con el único propósito de hacer y dejar un país mejor. Ese es es su gran legado”.
El chelista Carlos Prieto también habló en su calidad de amigo. Recordó su pasión por la música, cómo Rafael Tovar seducía propios y a extraños, y todo lo que dió por México, también cómo asombró con su inteligencia a gente de la música como Déborah Rotter y Yoyo Ma, quien al ser informado de la noticia, la lamentó y dijo: “Seamos fuertes y persistamos en nuestros esfuerzos”.
El homenaje luctuoso celebrado en el Teatro de las Artes del Cenart incluyó una interpretación musical a cargo de la Camerata Instrumental de México dirigida por Ramón Romo Lizárra, quien interpretó Concerto Grosso No. 4 para cuerdas. Primer y segundo movimiento.