El Presidente de Bolivia, Evo Morales, comenzó su informe para conmemorar su década en la Presidencia destacando los logros económicos frente al período previo de 20 años que, a su juicio, fueron de una dominación imperial sobre su país.
Morales inició el repaso pidiendo paciencia a los legisladores y advirtiéndoles de que deben dotarse de café y hojas de coca (que combaten el cansancio) para no dormirse porque su obligación era dar un informe detallado sobre su revolución pacífica.
“(Se trata de) un informe de 10 años del Estado Plurinacional frente a los 20 años del modelo neoliberal bajo un dominación imperial”, manifestó.
El Mandatario dijo que el producto interior bruto (PIB) real creció durante su gestión en promedio en un 5 por ciento, mientras que en los 20 años previos (1985-2005) la cifra fue de 3.2 por ciento.
“En las dos décadas de la época neoliberal, el PIB nominal promedio fue de 6 mil 754 millones de dólares, mientras que en su gestión la media se situó en unos 22 mil 806 millones de dólares”, prosiguió.
A fines de 2015, según adelantó, el PIB nominal se situó en 33 mil 794 millones de dólares, casi cuatro veces los 9 mil millones que se registraron en el año 2005, antes de que subiera al poder.
También destacó el incremento del PIB por cabeza a 3 mil 119 dólares, y la reducción de la pobreza extrema a un 17 por ciento, entre otras cifras.
“Cuando llegamos el 2006 al gobierno Bolivia era al último país de Sudamérica y el penúltimo país de América y el año pasado hemos terminado con un crecimiento que nos sitúa como primero en Sudamérica y el segundo país de América”, sostuvo Morales.
Según datos preliminares difundidos hace unos días, el crecimiento en 2015 habría sido de un 4.8 por ciento, una cifra inferior a la de años anteriores debido a la baja de los precios del gas natural, el principal producto de exportación de Bolivia.
Tras citar los logros macroeconómicos se dirigió a los dirigentes sociales invitados al Congreso y les dijo que lo obtenido era el resultado de las marchas y los bloqueos que hicieron para exigir los cambios en el país contra los Gobiernos anteriores.
Morales recordó que el 22 de enero de 2002 fue expulsado del Parlamento acusado, según dijo, de estar relacionado en su condición de dirigente cocalero con el narcotráfico, terrorismo y asesinatos.
“Las mentiras no duran”, señaló y agregó que si todo eso hubiera sido verdad, seguro que estaría cumpliendo una condena en prisión.
Comenzó su discurso alrededor de las 9:00 horas locales y por lo menos duró tres horas citando de forma minuciosa resultados de sus políticas económicas y sociales.
“No hay otro proyecto más que el de Morales”
El vicepresidente, Álvaro García Linera, afirmó que el único proyecto de país que existe actualmente en la nación andina es el proceso de cambio liderado por Morales.
García Linera hizo esta afirmación en su discurso en el Parlamento en La Paz en el acto para inaugurar el nuevo año legislativo.
“En lo inmediato, en el horizonte no hay ningún otro proyecto de país que no sea el proceso de cambio, la revolución democrática y cultural”, señaló el vicepresidente.
Aseguró que el proceso de cambio, como llaman los sectores afines al oficialismo a las reformas del Gobierno, cumplió con los objetivos que se trazó inicialmente, que eran la nacionalización de los recursos naturales, la elaboración de una nueva Constitución Política del Estado y el reconocimiento a los pueblos indígenas.
Según García, las revoluciones se agotan y retroceden cuando cumplen el propósito para el cual surgieron y cuando surgen otros proyectos de sociedad con capacidad de seducción e irradiación.
El vicepresidente sostuvo que los nuevos objetivos planteados por el Gobierno de Morales se plasman en el plan de desarrollo 2016-2020 presentado a fines de diciembre pasado y en la llamada “Agenda Patriótica”, que traza una serie de metas económicas y sociales para 2025, cuando se cumplirán 200 años de la fundación de Bolivia.
Estos planes que, entre otros objetivos, plantean erradicar la pobreza extrema, industrializar el gas natural, el litio y otros minerales y convertir al país en el centro energético regional, no tienen rival ni oposición alguna, sostuvo García Linera.
“¿Qué propuesta distinta de economía, de Estado, de país tiene la oposición? Ninguna, no tiene propuestas, no tiene ideas”, añadió.
Morales y García Linera gobiernan Bolivia desde 2006, iniciaron su segundo mandato en 2010, el tercero en 2015 y aspiran, mediante una reforma constitucional, a participar nuevamente en los comicios de 2019 en busca de un cuarto periodo hasta 2025.
Los bolivianos acudirán a las urnas el 21 de febrero próximo para aprobar o rechazar con su voto esa reforma, que plantea modificar el artículo 168 de la Constitución para ampliar de dos a tres los mandatos presidenciales consecutivos permitidos, al sustituir el término una sola vez por dos veces.