Damasco, 11 jun.- El presidente sirio, Bachar al Asad, emitió este jueves un decreto por el que destituye al primer ministro, Imad Khamis, en un movimiento sorpresa que coincide con una de las peores crisis económicas del país escenario de un conflicto armado desde 2011.
La Presidencia siria afirmó en un escueto comunicado que Al Asad emitió la decisión de retirar a Khamis de su posición, que ocupaba desde junio de 2016, y que será sustituido por el ministro de Recursos Hídricos, Husein Arnous, sin dar más detalles sobre los motivos detrás de este cambio.
“El Gobierno continuará con su trabajo hasta la elección de la nueva Asamblea Popular” en un comicios previstos para el próximo 19 de julio, indicó la Presidencia.
Arnous, nacido en Idlib (noroeste) en 1953, fue ministro de Obras Públicas y Vivienda desde 2013 hasta 2018, cuando fue designado al frente de la cartera de Recursos Hídricos.
Su mandato como primer ministro concluirá tras las elecciones parlamentarias, previstas para el mes de julio, aunque los comicios ya se han aplazado en dos ocasiones desde el pasado 13 de abril por la emergencia del coronavirus.
El pasado 11 de mayo, Al Asad anunció también la destitución del ministro de Comercio, Atef Naddaf, sin ofrecer tampoco ninguna explicación.
Khamis es apartado de su cargo días después de que inaugurara la primera sesión parlamentaria tras un receso del Legislativo por la COVID-19 y en un momento en el que Siria vive una de sus peores crisis económicas por el colapso de la moneda local.
Esta situación ha dado lugar a manifestaciones en contra del Gobierno en la ciudad de Al Sueida, las más destacadas desde la revuelta popular de 2011 que degeneró posteriormente en un conflicto armado.
El propio Khamis dijo el pasado día 7 que la libra siria se había visto “afectada recientemente por el endurecimiento de las sanciones externas y la situación de los países vecinos”.
En los últimos días, el dólar ha llegado a cotizar por encima de las 3.000 libras en el mercado paralelo en Siria, mientras que el cambio oficial se sitúa en 704 libras por un dólar estadounidense.
La moneda local ha experimentado una fuerte caída y, según fuentes no oficiales, el país registra una inflación del 50 %, después de tantos años de guerra y el agravamiento desde finales de 2019 de la situación en el vecino Líbano, hasta ahora una válvula de escape para la economía siria.