Ciudad de México.- Tras una revisión al contrato entre Odebrecht y Pemex Transformación Industrial para la construcción de un inmueble en la refinería de Tula, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades en un contrato de 2014, cuyas observaciones fueron atendidas.
Se trató de un gasto injustificado en la construcción de una residencia de obra del proyecto de aprovechamiento de residuales de dicha refinería, el cual estaba subutilizado en un 95 por ciento y tuvo un costo de 120.8 millones de pesos, 47 mil pesos por metro cuadrado.
REFORMA publicó que la constructora brasileña Odebrecht confesó ante el Departamento de Justicia de EU haber pagado 10.5 millones de dólares en sobornos a funcionarios mexicanos entre 2010 y 2014. Durante ese periodo, Odebrecht firmó un contrato con Pemex Refinación.
En su informe la ASF explicó que Pemex no proporcionó la documentación que respaldara el costo y por ello consideró que realizó un gasto injustificado.
El Gerente de Proyectos 2 explicó que el edificio se diseñó para atender la supervisión de las obras relacionadas con la construcción de 11 plantas nuevas y la modernización de 4 existentes, así como la construcción de servicios auxiliares y obras de integración.
Pemex aclaró el precio y la ASF determinó dar por atendida la observación.
Sobre el mismo contrato la ASF también observó que Pemex no exigió al contratista información económica y legal de los subcontratistas, pero la petrolera también atendió la observación.