Un tercer individuo fue detenido en el marco de la investigación sobre el ataque con cuchillo en una basílica de Niza (sudeste de Francia) que el jueves causó tres muertos, según informaron este sábado fuentes judiciales.
El hombre, de 33 años, se hallaba presente durante el registro el viernes por la noche en el domicilio de un segundo sospechoso, que habría estado en contacto con el agresor la víspera del ataque.
“Intentamos aclarar su papel”, precisó la fuente, en referencia al tercer detenido.
El jueves, un primer sospechoso de 47 años fue arrestado tras haber sido visto junto al agresor en las imágenes de las cámaras de seguridad de la ciudad, un día antes del ataque. Este individuo aún continúa detenido.
Los investigadores intentan determinar si el agresor, Brahim Issaoui, un tunecino de 21 años recién llegado a Niza, tuvo cómplices y cómo pudo obtener dos teléfonos móviles hallados en una mochila que contenía efectos personales. Estos teléfonos móviles están siendo analizados.
Según fuentes francesas e italianas, Issaoui llegó ilegalmente a Europa el 20 de septiembre, a través de la isla italiana de Lampedusa, puerto habitual para los migrantes ilegales.
En el buque Rhapsody, Aoussaoui compartió varios días junto a unos 800 migrantes. Algunos testigos consultados por medios europeos dijeron recordarlo pasar la mayor parte del tiempo con el teléfono y diciendo que quería ir a Francia.
Las autoridades creen que viajó al país galo en tren, entre el 9 y el 10 de octubre, y logró pasar los controles sin ser detectado. Los investigadores franceses informaron que permaneció hasta el jueves en París y tomó por la mañana un tren hacia Niza.
No se supo más de él hasta el pasado miércoles, cuando llamó a su hermano Yassine, quien vive en Sfax, Túnez. “Nos dijo que fue a Francia porque era más fácil encontrar un trabajo allí”, contó a la AFP su hermano, que dice que Brahim dio un vuelco religioso hace dos años.
El jueves, a las 8:29 hora local, entró a la basílica Notre-Dame de Niza, donde, armado con un cuchillo, arremetió contra varias personas que se encontraban en el templo.
Christian Estrosi, alcalde de Niza, dijo que “el autor de los actos no ha dejado de repetir a Allahu Akhbar (Dios es grande) una y otra vez mientras estaba bajo cuidado médico”.
El Gobierno de Brasil confirmó la nacionalidad de Simone Barreto Silva, la brasileña asesinada, y manifestó que “repudia y condena vehementemente el atroz atentado”. En una nota difundida por la Cancillería, contó que tenía 44 años, era madre de tres hijos y vivía en Francia.
“Ella estaba ahí rezando, entró ese tipo que detesta a los cristianos (…) y acuchilló a esa señora allá dentro”, lamentó el presidente Jair Bolsonaro en su conexión semanal por Facebook que calificó el ataque como un acto de “cristofobia”.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron aseguró que el país está en el punto de mira de la “locura islamista” por sus valores, “su gusto por la libertad, por permitir a cada uno que crea libremente sin ceder al terror”. “No cederemos nada”, afirmó en una declaración desde el lugar del atentado, en la que anunció que el dispositivo militar de seguridad pasará de 3.000 a 7.000 soldados en el país. Este incremento permitirá proteger los lugares de culto durante la próxima festividad de Todos los Santos y las escuelas por el retorno de las vacaciones de otoño.
Hace dos semanas, el profesor Samuel Paty, que había mostrado caricaturas de Mahoma a sus alumnos, fue decapitado en las afueras de París. En otro incidente reciente, el pasado 25 de septiembre un individuo hirió con un arma blanca a dos personas que se encontraban a las puertas de los antiguos locales de la revista satírica “Charlie Hebdo” mientras se celebra el juicio por el atentado contra esa publicación que en enero de 2015 causó 11 víctimas mortales.