Ciudad de México, 11 de marzo.- Luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el miércoles por primera vez que ve al brote de coronavirus como una pandemia, Gran Bretaña e Italia anunciaron paquetes multimillonarios para combatir la enfermedad.
Estados Unidos, en tanto, también dijo que está considerando nuevos pasos para combatir el virus surgido en China en diciembre y que se ha extendido por todo el mundo, frenando las actividades industriales, suspendiendo vuelos, cerrando escuelas y obligando a posponer toda clase de eventos.
De acuerdo con la declaración sobre epidemias y pandemias de la Asociación Médica Mundial.
1.- La historia demuestra que pueden aparecer nuevas enfermedades y las antiguas vuelven a presentarse de manera impredecible. El rápido movimiento mundial de personas y productos hace que las infecciones se propaguen por el planeta a una velocidad sin precedentes, lo que plantea un desafío para que los sistemas de salud respondan de manera oportuna. Por lo tanto, reconocer rápidamente y reaccionar de modo apropiado ante estas epidemias o pandemias debe ser una preocupación internacional, con una comunicación y colaboración eficaces entre los países.
2.-Las epidemias pueden ser causadas por una variedad de agentes infecciosos con diferentes métodos de transmisión. Estas enfermedades pueden ser autolimitantes, pueden tener algunos síntomas obvios o consecuencias graves de corta o larga duración. Las patologías menores son a veces mortales para ciertas personas vulnerables. Esto incluye a los ancianos, los niños y los que tienen la inmunidad comprometida.
3.-La inversión en los sistemas de salud aumentará la capacidad de detectar y contener eficazmente los brotes raros o inhabituales. Es necesario contar con un sistema de salud pública fuerte para detectar, investigar y responder a todas las epidemias. Un programa de vigilancia global más eficaz mejorará la respuesta a las enfermedades infecciosas y permitirá la detección temprana y la identificación de nuevas enfermedades. Las epidemias y pandemias tienen el potencial de propagarse con más rapidez en los países donde los sistemas de salud pública tienen sistemáticamente pocos recursos y no están desarrollados con suficiencia.