Un equipo de investigadores del español Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) anunció que desarrolló un chip de alta sensibilidad que detecta el VIH una semana después de que aparezca la infección, es decir, prácticamente en la mitad de tiempo que los dispositivos que hoy por hoy se encuentran en el mercado.
Los investigadores explicaron que desde el momento del contagio, hasta que aparecen los primeros anticuerpos detectables, transcurren unas cuatro semanas. Luego de ese tiempo comienzan los daños producidos por la enfermedad, como el desgaste irreversible de los linfocitos CD4 en el intestino -que cumplen un papel fundamental en la respuesta inmune- la replicación en el sistema nervioso central y la aparición de reservorios latentes de VIH.
La detección temprana de la enfermedad es crucial para la salud del individuo. Cuanto antes comience la terapia antirretroviral mejor será la respuesta inmunológica y la recuperación.
Actualmente los dispositivos que hay en el mercado detectan la infección unos 15 o 20 días después del contagio. El dispositivo diseñado por los científicos del CSIC, detecta el VIH tipo 1 en la primera semana de infección y lleva a cabo el ensayo en menos de cinco horas, es decir, permite obtener resultado clínico el mismo día de la prueba.
El trabajo, que se publicó este miércoles en la revista PLOS ONE, describe la alta sensibilidad de este biosensor, capaz de detectar la proteína del VIH P24 en concentraciones hasta 100.000 veces menores que los sistemas actuales. El autor principal del trabajo, Javier Tamayo, investigador del Instituto de Microelectrónica de Madrid (CNM-CSIC), describió el avance como “una gran combinación de nanotecnología y microtecnología que detecta cualquier biomolécula del torrente sanguíneo con mucha sensibilidad. Es capaz de encontrar una aguja en un pajar”.
Los científicos agregaron que la tecnología permitiría su producción a gran escala y bajo costo. Según la coautora del estudio, Priscila Kosaka, el chip tendrá mayor impacto en países en vías de desarrollo. Los investigadores estiman que, tras la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), el dispositivo salga a la venta en tres años.
El avance, además, podría ser usado en la detección de cáncer en los pacientes. Los investigadores señalaron que lograron demostrar efectividad de detección en dos tipos de cáncer: el colorrectal y el de próstata, pero no para la detección precoz, sino para tumores avanzados.