Una de las medidas recomendadas para estar a salvo de los virus que provocan el Covid-19 es utilizar un cubrebocas. Pero, no todos tienen la capacidad de aislar las partículas y los que sí, no son aptos para hacer ejercicio. Por ello Reebok está diseñando modelos especiales equipados con tecnología.
Quienes gustan de correr o andar en bicicleta, aun antes de la pandemia, ya habían enfrentado el problema de que una mascarilla común puede dificultar su respiración durante la actividad y, aunque existen algunas especiales para realizar ejercicio, estas no filtran las partículas del Covid-19. La solución entonces está en la tecnología.
La marca Reebok dio a conocer que está trabajando en el desarrollo de máscaras fitness que no interfieren con el rendimiento pero mantienen a los atletas lejos de partículas peligrosas en la atmósfera y, además, registrarán información sobre los niveles de oxígeno del usuario y otros elementos.
Si bien las mascarillas todavía están en las primeras etapas de diseño, la compañía señala que son una muestra de cómo será el futuro del ejercicio. “¿Qué pasaría si pudiéramos crear una máscara que las personas no solo tengan que usar, sino que realmente quieran usar?”, dijo Don Albert, jefe del laboratorio de innovación europeo en Reebok.
Las propuestas
Uno de los prototipos que están en desarrollo tiene una pantalla clara alrededor de la boca, esto porque Reebok ha encontrado que las personas ven el deporte como un esfuerzo social y, por lo tanto les gusta poder expresar sus emociones y ver también las caras de los demás, lo cual, con un cubrebocas común no es posible.
Esta máscara, señala la empresa, filtra partículas pero también permite que el usuario se comunique con quienes lo rodean. Además, está equipada con sensores que rastrean la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria del usuario, que se capturarían en una aplicación.
Otro de los diseños estaría pensado para cubrir toda la cara. Incluiría una especie de gorra y un respirador para ofrecer una cobertura completa con la intención de que pueda ser utilizada en lugares de riesgo, por ejemplo en donde haya productos químicos peligrosos.
Por sus características, este modelo también podría ofrecer la mayor cantidad de datos ya que contará con sensores en todas las áreas de la cara y la cabeza. Y, señala Reebok, podría ajustar las condiciones dentro de la máscara, desde la temperatura hasta los niveles de oxígeno.
Hay un último modelos considerado como el más ambicioso pues tendrá un respirador incrustado con materia orgánica, como algas o musgo, que purificaría el aire al absorber dióxido de carbono de la atmósfera y liberar oxígeno.
Todavía es difícil saber si estas mascarillas equipadas con tecnología en verdad se desarrollarán a gran escala. No obstante, tomando en cuenta que en ciudades con altos grados de contaminación, quienes realizan ejercicio al aire libre ya buscan y utilizan opciones, Reebok podría hacerlos realidad.