Djokovic se encarrila, Nadal marcha firme y Cilic y Thiem levantan la mano

Ni un poderoso martillo pudo quebrantar la voluntad de campeón de Novak Djokovic. En un épico partido, el serbio se levantó cuando parecía que no le quedaba más vida y frenó al un gigante Juan Martín del Potro en la cancha central del Abierto Mexicano de Tenis, y de paso clasificó a los cuartos de final del certamen.

Después de una batalla sin tregua que duró dos horas y 38 minutos, Nole demostró por qué es considerado uno de los mejores tenistas de la historia, al imponerse 4-6, 6-4, 6-4 luego de irse quiebre abajo en el último set.

La derecha de Delpo se convirtió en una verdadera arma letal sobre la superficie azul del complejo Mextenis. Desde el primer set, el argentino quiso causar una impresión. La pelotas que disparaba eran verdaderos martillazos que dejaban a Djokovic, uno de los jugadores con mayores recursos, sin respuesta o con la obligación de jugar pelotas al límite, tan arriesgadas y ajustadas que Juan Martín tuvo que hincarse una vez a revisar la línea lateral para ver si pedía el reto o no.

Pero los mejores esfuerzos de Novak, impulsado por el grito de “Nole, Nole, Nole” que bajaba desde la tribuna, segundos después apagado por el de “Delpo, Delpo,Delpo” en una señal de que todos en las gradas hubieran firmado un empate entre los dos colosos que se midieron en la cancha.

Del Potro se apuntó la primera manga tras quebrar en el noveno juego y parecía que se gestaba una nueva “paternidad” sobre el número dos del mundo, si consideramos su reciente triunfo en los Juegos Olímpicos de Río 2016 sobre el serbio.

Sin embargo, en cuanto Novak dejó ir el set inicial pocos dudaban de que habría un desenlace en tres. Si alguien sabe de remontadas y regresos espectaculares es el de Belgrado. Mientras tanto, los fans no podían contener la energía y al juez de silla no le quedaba de otra que reiterar la regla no escrita del tenis: silencio cuando se juega un punto.

Los protagonistas fueron empíricos y reconocieron al respetable antes de continuar con la pelea. Sin cambiar los papeles, Djokovic se las arregló para poner en aprietos a Del Potro y se llevó el segundo parcial 6-4.

El tercer capítulo fue una obra maestra de tenis de la disfrutaron todos los presentes menos un Delpo que se llevó escasa recompensa luego del juego que puso sobre la mesa.

La gente pedía a gritos un cierre dramático y al cliente… Djokovic y Del Potro se enfrascaron en un duelo al tú por tú hasta que en el séptimo game, el grande de Tandil puso a su rival al borde del precipicio, primero con un slice de revés sacado de la manga y digno de un mago y luego el tradicional cañonazo de derecha.

Pero cuando Nole está acorralado es más peligroso y el aliento de más de siete mil personas le bastó para levantarse por enésima vez en este partido. El serbio se transformó en una pared que ni la derecha de Del Potro pudo tumbar.

Djokovic mantuvo su saque y una voz en el estadio ya sabía lo que vendría después: es su momento, tiene a la grada de su lado y no fallará. Dicho y hecho, luego de varios intercambios, Delpo mandó la pelota al cielo y ahora el martillo quedó en la mano del serbio, que prendió la pelota con un smash que dobló la raqueta del argentino.

El resultado: Del Potro, a pensar en Indian Wells, Nole en su próximo partido en Acapulco contra el australiano Nick Kyrgios, un rival que si bien no tiene la categoría de Juan Martín, no puede ser menospreciado.

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