Cancún tuvo otra jornada para olvidar.
En menos de 12 horas, un policía fue ejecutado adentro de su patrulla cuando apenas despuntaba el sol y por la tarde un comando atacó al vehículo en que se transportaba una comandante de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal con dos subalternos.
Hasta el momento, solo el jefe máximo de la policía de Cancún, José Luis Jonathan Yong Mendoza, se ha manifestado públicamente condenando los hechos, en torno a los cuales no hay un solo detenido, pero sí una estela de incertidumbre por parte de la sociedad.
Los dos ataques se perpetraron en pleno centro de la ciudad y el segundo de ellos, reportado después de las 15:30 horas, generó en el cierre de ese sector de Cancún por la infructuosa persecución de los sicarios en medio de una balacera que alarmó a empleados y visitantes de los comercios que estaban en su momento de máxima actividad.
Con los ocurridos hoy, suman cuatro los ataques de grupos de la delincuencia organizado a las corporaciones de seguridad, luego del perpetrado el mes pasado contra las instalaciones de la Fiscalía.
Apenas el 8 de marzo pasado fue ejecutado un agente de la Policía de Cancún en la puerta de su casa y ahora la mañana de este martes fue acribillado otro elemento de esa corporación cuando hacía guardia a bordo de su patrulla en la caseta de seguridad instalada en la plaza de Toros, que este viernes tiene en su cartelera a Pablo Hermoso de Mendoza.
En relación con los hechos de la plaza de toros, éstos ocurrieron en el amanecer del martes. De acuerdo con testigos, los sicarios escaparon por la Av Bonampak con dirección hacia Alfredo V. Bonfil, donde se dió un enfrentamiento con otros policías que no pudieron detenerlos.
Con este nuevo caso suman ya 22 ejecuciones en este destino en lo que va del año.
Por otra parte, a las 15:38 horas se reportó al C-4 que sobre la avenida Yachilán, a la altura del centro comercial plaza Las Avenidas, a espaldas del hospital general de zona del IMSS, que dos sujetos en motocicletas llegaron y abrieron fuego contra la patrulla donde estaba la comandante y dos escoltas.
Los testigos aseguraron que se trataba de armas largas, lo que provocó el pánico entre las decenas de personas que a esa hora se encontraban por el lugar (cercano al IMSS).
La patrulla quedó con el parabrisas completamente destruido por las ráfagas de fuego y toda la zona quedó acordonada y con soldados apostados sobre el camellón y mucha gente salió corriendo y gritando para resguardarse, ante el temor de que los balazos continuaran.
La persecución de los sicarios provocó el cierre de gran parte del centro de la ciudad, incluso del acceso a la zona hotelera desde la avenida Bonampak.
Hasta el momento no hay información oficial por parte de ninguna autoridad.
Por su parte, diversas agrupaciones empresariales convocaron para el miércoles a las 9 de la mañana a una conferencia de prensa, en la que trascendió exigirán a las autoridades resultados en el combate a la delincuencia.