El término Covid persistente ha sido utilizado para describir la presencia de signos y síntomas que se desarrollan durante o después de una infección con Covid-19 que continúan durante 12 semanas o más y no se explican por un diagnóstico alternativo. Incluye una constelación de síntomas entre ellos fatiga, dificultad para respirar, debilidad, dolor muscular o articular, entre otros, y estos síntomas repercuten en el rendimiento diario de la persona.
La fisioterapia puede ayudar en el tratamiento del Covid persistente mediante diferentes estrategias. Mejorar la tolerancia al ejercicio mediante estiramientos, ejercicios de entrenamiento aeróbico, ejercicios de fortalecimiento y entrenamiento de equilibro. Además, la fisioterapia respiratoria puede ayudar a fortalecer los músculos que nos ayudan a respirar y, por lo tanto, disminuir la fatiga y la dificultad para respirar. El objetivo final será mejorar la calidad de vida y la funcionalidad de la persona.
A aquellos que sufren de este padecimiento les recomendaría adoptar algunas estrategias que ayudarán a manejar y controlar la fatiga, cansancio y disnea. Entre ellas:
- Planificar las actividades que va a realizar y procurar no esforzarse demasiado.
- Tratar de dividir las tareas que parezcan difíciles en partes más pequeñas y alternar actividades más fáciles con más difíciles.
- Tomar descansos breves y frecuentes que son mejores que tomar pocos, pero más prolongados. Descansar antes de agotarse.
- No dejes de hacer cosas que te hagan cansarte de la respiración, ya que, si dejas de utilizar tus músculos, se debilitarán, y eso generará más dificultad para realizar actividades.
- Realizar ejercicio o actividad física es una excelente opción. Se debe tratar de aumentar gradualmente la cantidad de ejercicio que la persona hace. Se puede comenzar con caminatas cortas o hacer ejercicios de fuerza con poco peso y a partir de ahí ir aumentando tanto el tiempo, como la intensidad y las repeticiones.
- Los ejercicios respiratorios de relajación pueden también ayudar a disminuir la sensación de dificultad para respirar y la fatiga. Unos ejercicios muy sencillos, pero muy útiles, son los ejercicios de respiración diafragmática. Se realizan acostado boca arriba y las rodillas flexionadas dejando que la parte inferior de los pies descanse sobre la cama. Después colocamos nuestras manos sobre nuestro abdomen. Cerramos la boca e inhalamos por la nariz y llevamos el aire inhalado hacia el abdomen donde están nuestras manos. Debemos sentir como se eleva nuestro abdomen al realizar esto. Después sacamos el aire lentamente por la nariz. Las respiraciones deben ser profundas y se pueden repetir durante un minuto o más tiempo.
Si las molestias persisten y la persona considera que afectan mucho su calidad de vida y su funcionalidad en las actividades de la vida diaria, les recomendaría que acudieran con un Fisioterapeuta Respiratorio para valoración y tratamiento individualizado.
La autora es maestra en Ciencias de la Rehabilitación y Fisioterapia en Condiciones Internas por la Universiteit Antwerpen en Amberes, Bélgica. Actualmente es profesora base de la Licenciatura en Terapia Física de la UAG.