El empresario Donad Trump, aspirante a la candidatura presidencial republicana, insistió ayer en que de llegar a ser mandatario de Estados Unidos, construirá una barda en la frontera con México “que algún día” será llamada “Muralla Trump”.
Al hablar ante más de diez mil personas en la Liberty University, una institución de enseñanza superior con una fuerte orientación religiosa conservadora, Trump reiteró sus afirmaciones sobre la falta de capacidad de los políticos estadunidenses para negociar con otros países, incluso México.
“Tengo grandes relaciones con México y los mexicanos”, dijo Trump, antes de puntualizar que sus dirigentes “son demasiado listos, demasiado astutos…” respecto a los estadunidenses.
Pero, al mismo tiempo, preguntó a la audiencia “¿quien va a construir la muralla?” y algunos respondieron “México”.
Trump subrayó además que su actividad profesional ha sido construir edificios, incluso recientemente uno de 92 pisos de alto. Por eso, dijo, está seguro de que la pared en la frontera con México puede construirse “y tendrá que ser bonita porque algún día será llamada muralla Trump”.
En otra parte de su discurso, Trump mencionó que “algunos” dicen que no se puede construir esa valla, pero recordó que hace dos mil años China construyó “una muralla impresionante de mil 300 millas (unos dos mil kilómetros) de largo”.
Igualmente, denunció la reubicación de una fábrica de galletas y una armadora de automóviles en México.
“Tenemos que detener eso… estamos perdiendo nuestros empleos, nuestros trabajos manufactureros”, dijo, luego de denunciar los enormes beneficios que en su opinión obtienen China y Japón de acuerdos comerciales negociados incapazmente por los líderes estadunidenses.
Analizan vetarlo
Por otra parte, el Parlamento británico debatió ayer si prohibirle o no el ingreso al país a Doland Trump, en respuesta a una petición firmada por más de medio millón de ciudadanos.
El tema fue debatido a nivel parlamentario después de que más de 575 mil personas firmaran la solicitud en internet en repudio a declaraciones del empresario republicano, que entre otras cosas pidió que se prohibiera el ingreso de musulmanes a Estados Unidos.
Si bien el legislativo se pronunció en contra de la prohibición de ingreso, varios representantes hicieron oír su opinión sobre el estadunidense.
Varios representantes lo tildaron de “racista peligroso”, “predicador del odio” y “necio”. “Ya le hemos prestado demasiada atención”, dijo el diputado laborista Paul Flynn al inaugurar el debate.
(Agencias)