El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) apostará por la vacuna cubana contra el COVID-19, llamada Abdala, para los menores de entre 12 y 15 años del país. Ya anunció este lunes que se firmó un contrato para obtener esas dosis. Pero se trata de un antídoto que ni siquiera ha sido oficialmente aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que ya ha levantado preocupación, advertencias y duras crítica del sector científico mexicano.
“Es absolutamente inadecuado porque no hay un solo estudio sobre esa vacuna en ese grupo de edad; cómo saben —por ejemplo— qué dosis darles”, alertó consultada por Infobae la Doctora en Medicina de Harvard, Laurie Ann Ximénez-Fyvie. “Esa vacuna ni siquiera tiene presentados los resultados de Fase 3 para ningún grupo de edad. No está autorizada en ninguna parte del mundo más que en Cuba, Venezuela, Vietnam y pues aquí en México. No está cetificada por la OMS. Ni por la EMA. Ni por la FDA”.
No lo dice al azar. El antídoto cubano recién fue presentado el pasado marzo para ser revisado por la OMS. A finales de abril, Eduardo Martínez Díaz, director de la estatal BioCubaFarma, farmacéutica que fabrica la vacuna Abdala, dijo que se había retrasado dicha certificación por un detalle logístico. Mientras que la revista británica Lancet —referente científico que suele publicar los resultados de los ensayos de vacunas COVID-19— apenas ha hablado de los resultados de Abdala en Fases 1 y 2, asegurando que “fue segura, bien tolerada e indujo respuestas inmunitarias humorales” contra el virus, respaldando su aplicación de tres dosis, cada una de 50 μg, con 14 días de diferencia “para realizar más ensayos clínicos para confirmar la eficacia de la vacuna”.
Aún así, en México fue aprobada días antes de que finalizara 2021. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) indicó en ese momento que personal especializado en vacunas había analizado los expedientes de Abdala y concluyeron que cumplía con los requisitos de calidad, seguridad y eficacia para ser aplicada.
Cuba ha producido unas 80 millones de vacunas, entre Abdala y Soberana, y ha aplicado más de 70 millones dentro y fuera de su territorio. Aunque, como señala la Dra. Laurie Ann, solo se ha utilizado en Venezuela, Nicaragua y Vietnam, países cuyo común denominador es la opacidad en los datos públicos.
Además, tal como advierte la especialista, aunque Abdala tenga toda la aprobación y buena crítica ya mencionada, solo ha sido probada en adultos de 19 a 80 años. No se tiene ni un indicio de su uso en modo pediátrico.
La vacuna para niños llegó muy tarde
“La vacunación de 12 a 14 años llegó muy tarde porque la población de menores de edad padeció proporcionalmente mucho más en términos de muertes en la tercera y cuarta ola que el resto de las poblaciones que habían sido vacunadas”, lamentó la Dra, Ximénez-Fyvie, quien adquirió popularidad en el tema debido al seguimiento tan cercano que ha hecho al comportamiento del COVID-19 en México. Incluso publicó un libro llamado Un daño irreparable: La criminal gestión de la pandemia en México (Planeta,2021) en el que habló sobre la estratégia del gobierno para enfrentar al mortal virus. “Esto quiere decir que se perdieron vidas innecesariamente porque las vacunas han llegado tarde para la población infantil”.
La experta recordó que desde junio de 2021 se podía haber iniciado la vacunación a la población de 12 a 17 años de edad, ya que para esa fecha la OMS había aprobado la vacuna Pfizer para su aplicación a menores de edad. Sin embargo, “el gobierno decidió hasta diciembre empezar a hacerlo, y solo a una proporción muy pequeña, los de 15 a 17″. “Y eso sí”, subrayó, “los mandaron a todos de vuelta a la escuela pero sin protección”.
Mientras que en las semanas pasadas, el gobierno federal ha insinuado que optaría por el uso de la cubana Abdala incluso en los niños menores de 12 años.
“Lo que el gobierno tiene que hacer es comprar la vacuna pediátrica de Pfizer para brindar a los niños de México una vacuna de calidad, no improvisar con la cubana nada más porque les va a salir en una décima parte del precio”, concluyó la especialista.