Juan Vicente Ferri y José Salvador Baldó, dueños de los hoteles Sandos, declararon en la Audiencia Nacional española tras haber sido detenidos junto a varios directivos de Bancaja, entre ellos su expresidente José Luis Olivas, en el marco de la ‘Operación Coral’, acusados de fraude por los hoteles Sandos Caracol Eco Resort; el Sandos Playa Car Beach Resorts en Playa del Carmen; Sandos Cancún Luxury Resorts, y el Sandos Finisterra Los Cabos, da a conocer desde España preferente.com.
En noviembre del 2013, REPORTUR.mx informó que la hotelera Sandos, una cadena con hoteles en México, estaba en el punto de mira de la justicia española. Sus propietarios, Juan Ferri y José Baldo, estaban implicados en un montaje de fraude fiscal en contubernio con la Caja de Ahorros del Mediterráneo. El juez Gómez Bermúdez ordenó la detención inmediata de ambos empresarios.
En esta ocasión, será el juez Juan Pablo González quien interrogue a Ferri y Baldó, acerca de los préstamos supuestamente fraudulentos que ambas entidades bancarias otorgaron al Grupo Grand Coral para sufragar sus inversiones en México entre 2005 y 2010. Están acusados de apropiación indebida, administración desleal, blanqueo de capitales, corrupción entre particulares y falsedad documental.
En diciembre de 2013, este digital dio a conocer que el juez de la Audiencia Nacional española que investigaba el presunto caso de fraude fiscal en la CAM decretó prisión para los dueños de Sandos Hotels, Juan Ferri y José Baldó, eludible con el pago de una fianza de siete millones de euros. Los empresarios fueron trasladados a última hora de la tarde a la prisión de Soto del Real al no haber podido reunir dicha caución.
Posteriormente salieron libres y ahora de nueva cuenta fueron arrestados.
De acuerdo con elmundo.es, la investigación persigue demostrar que estos empresarios dieron comisiones y pagos en especie, entre ellos viajes, a cambio de la concesión de los préstamos. Esto ya que durante la presidencia de Olivas, Bancaja concedió al menos dos créditos a la sociedad Grand Coral que debieron ser considerados “dudosos por razones de morosidad” desde 2010, ya que el refinanciamiento aprobado por la entidad “no cumplía con las normas” del Banco de España.
Las versiones sobre el quebranto varían ya que algunos refieren un préstamo de 125 millones para la adquisición de terrenos en México, de los que solo utilizaron 49.
En tanto en el mundo, se señala que según la Guardia Civil, los préstamos financieros para seis operaciones inmobiliarias en el Caribe mexicano superaron ampliamente los 500 millones de dólares y ocasionaron un quebranto a las entidades financieros de 250 millones de dólares, de acuerdo con un informe del Banco de España.
Una vez recibida la correspondiente financiación, los adjudicatarios de los créditos desviaron más de 130 millones de dólares a Andorra y Suiza mediante complicadas estrategias financieras.