La transición de un gobierno a otro debería ser llana, sin aspavientos, de acuerdo a la tradición republicana. Sin embargo, estamos viendo que en Quintana Roo, en Veracruz y en Chihuahua el proceso de los cambios de gobierno se ha tornado complicado, e incluso salpicado de algunos hechos de violencia. Enfrentamiento de policías contra inermes ciudadanos que ejercen su derecho a manifestarse.
Cientos de personas protestaron por el nombramiento de un fiscal que durará en su encargo nueve años. Esta facultad, según ellos, corresponde al gobernador que tomará posesión el 25 de septiembre.
También se cuestiona el nombramiento de un nuevo Auditor Superior del estado, que duraría en su encargo siete años. También se pretenden designar a tres nuevos Magistrados del Tribunal Superior de Justicia. Un tema candente fue la aprobación de más deuda para el municipio de Solidaridad, ya de por sí endeudado hasta el cuello.
Hay otros temas que molestan a muchos, porque al parecer los nombramientos tanto del fiscal, como del auditor y de los nuevos magistrados no se consenso con el gobernador electo, como debería haberse hecho en un ejercicio de diálogo, civilidad e incluso cortesía. Lo cortés no quita lo valiente, reza un refrán.
Y la gente de Chetumal salió a la calle a protestar frente al Congreso e incluso en el interior del recinto. Hubo jaloneos, gases lacrimógenos pero, a pesar de la presión ciudadana, algunas de las iniciativas más urgentes fueron aprobadas por la bancada priista y sus aliados del Verde y el PT.
La gente de la calle afirma que lo que aprobó el Congreso es un blindaje al actual gobierno. Si esa es la intención, es ilusoria. Porque si hay algo que investigar se investigará. Si hay algo que amerite sanción, se sancionará. Es verdad que se han dado muchos casos de impunidad, pero la presión social y los recursos legales son muchos para llevar ante la justicia a los que hayan cometido presuntos actos delictivos.
Lo cierto es que el gobernador electo Carlos Joaquín dio a conocer un mensaje duro, directo, en el que exhorta a los actuales legisladores a no traicionar al pueblo aprobando iniciativas lesivas al interés colectivo.
El proceso de transición de un gobierno a otro está minado. ¿Porqué no se usa el diálogo como una herramienta política? ¿Qué está fallando? En el imaginario popular si ha quedado la impresión de que las iniciativas enviadas al Congreso sí se tratan de un blindaje. Algo se está haciendo mal.
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