Washington.— El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo ayer que el país que gobierna estaría “inundado” con coronavirus de no ser por la barrera fronteriza.
Al hablar de los beneficios de la obra, el mandatario declaró: “Especialmente con el Covid-19, somos muy afortunados de tener el muro, si no, estaríamos inundados”.
Esa nación es la más afectada por el brote: tiene más de 3.1 millones de contagios y al menos 133 mil decesos, de acuerdo con cifras de la Universidad Johns Hopkins.
El republicano estuvo en una reunión en el Comando Sur, en Florida, donde agradeció el esfuerzo de los “héroes” que combaten a los que quieren inundar de “drogas letales” a esa nación y ayudan a salvar las vidas de miles de ciudadanos.
Destacó que su gestión logró por primera vez en 30 años reducir las muertes por sobredosis, aunque reconoció que recientemente ha habido un repunte que atribuyó a la situación creada por la enfermedad.
Durante el encuentro se dio a conocer que en 12 meses se han hecho más de mil detenciones e incautado 120 toneladas métricas de narcóticos valoradas en miles de millones de dólares, en operaciones en el Pacífico y el Caribe, según el mismo presidente resaltó.
“Estamos determinados a mantener a los maleantes fuera de nuestro país y alejados de los menores, protegiendo las fronteras y mares”, declaró Trump, quien estaba acompañado, entre otros, por el secretario de Defensa, Mark Esper.
Trump se refirió a la coalición antidrogas que su nación ha creado junto con 22 países. Saludó a militares de Colombia y Brasil que están trabajando desde el Comando Sur.
Prometió “no defraudar” a los opositores venezolanos y cubanos que le pidieron que incremente sus acciones en favor de la libertad de esos dos territorios, así como Nicaragua y evite que Estados Unidos caiga en el socialismo.
“El 2020 es muy importante”, señaló en alusión a las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre, al término de una mesa redonda en la que participó un grupo de representantes de las comunidades de Venezuela y Cuba. Por esta razón, en La Habana, el ministro de Exteriores del país caribeño, Bruno Rodríguez, acusó de “oportunismo electoral” al gobernante por dirigir su mensaje a ese sector.
Trump agregó: “Los republicanos son el partido de la libertad, y los demócratas, el del socialismo y lo peor”. Mencionó que su virtual rival en los comicios de fin de año, Joe Biden, quiere “restaurar las medidas procomunistas” de la era del exgobernante Barak Obama.
El mandatario, quien llegó al Aeropuerto Internacional de Miami a mediodía procedente de Washing-ton, recibió elogios de los participantes en un acto celebrado en la Iglesia Doral Jesús, por su “postura firme contra las dictaduras”.
Además, bajó del avión en Miami sin mascarilla y no la usó ni en el Comando Sur ni en el templo, a pesar de encontrarse en el epicentro del coronavirus en Florida.
Rosa María Paya, hija del fallecido opositor cubano Oswaldo Payá, quien reiteró ante el líder de la Casa Blanca la acusación de que el régimen cubano asesinó a su padre, solicitó que su gobierno plantee denuncias formales en contra del presidente Miguel Díaz-Canel y otros altos dirigentes como se ha hecho con Venezuela.
En la reunión abundaron las críticas al Partido Demócrata, así como las advertencias de que votar por ellos es poner a Estados Unidos en riesgo de caer en lo mismo que La Habana y Caracas. El congresista republicano de origen cubano, Mario Díaz-Balart, subrayó que el impacto de los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua en la seguridad nacional es “enorme”.
Anticipa plan
Más tarde, el presidente anunció en una entrevista con la cadena Telemundo que impulsará un decreto migratorio que contendrá una vía para que los dreamers —grupo de jóvenes llegados al país de forma irregular junto a sus padres— tengan una vía para la ciudadanía. “En las próximas semanas voy a firmar una ley migratoria (…) Uno de los aspectos de esta ley va a ser el DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia)”, anunció. Precisó que se tratará de una orden ejecutiva.