El empresario Ernesto Alonso de Miguel, (a) “El español”, a quien se le señala como el responsable de controlar el tráfico de drogas y mercancías ilegales en la zona libre de Belice, fue asesinado la noche del sábado en céntrico restaurante de Chetumal junto con un agente de la Policía Ministerial.
Los hechos ocurrieron dentro del restaurante “El emporio”, localizado a unos cuantos metros del Palacio Legislativo en la capital quintanarroense. De acuerdo con testigos, “El español” y el policía Agustín Guevara Martínez cenaban junto con otros amigos y familiares, cuando al lugar ingresó una persona que abrió fuego directamente sobre ambos, para luego darse a la fuga.
“El español” ha estado involucrado en diversos hechos violentos en Chetumal, pues en noviembre de 2005 presuntamente fue secuestrado por integrantes de los Zetas, que nació como brazo armado del cártel del Golfo.
Según se informó en su momento, por Alonso de Miguel los Zetas pedían un millón de dólares para liberarlo. Al parecer logró escapar de sus captores y dar aviso a las corporaciones policiacas, que protagonizaron una intensa balacera con saldo de siete delincuentes detenidos.
El 29 de agosto de 2011, los escoltas del entonces secretario de Seguridad Pública, Bibiano Villa, balearon y dieron muerte a un agente de la policía estatal durante la persecución de un vehículo en el que se transportaba “El Español”.
Villa dijo que fue Alonso de Miguel quien le disparó al policía muerto, pero en declaraciones a diversos medios de comunicación el empresario lo desmintió y dijo que el hoy ex funcionario “es un mentiroso”.
Los motivos de la persecución que derivó en el asesinato del agente policiaco no quedaron plenamente aclarados, pero “El español” dijo que el día de los hechos , alrededor de las 20:30 horas, regresaba a Chetumal procedente de la zona libre de Belice en una camioneta Tahoe, color blanco, cuando se percató que era perseguido por una camioneta tipo van blanca, no oficial.
“Hace como seis años fui secuestrado por Los Zetas, por eso, alarmado hablé a mi familia y pedí apoyo al 066”, dijo.
De Miguel explicó que se dirigía a las instalaciones de la PGR tratando de protegerse de un posible “levantón”, cuando se sumaron a la persecución una Suburban blanca y una camioneta Ford de doble cabina, color negro.
“Yo pensé que eran sicarios, me hice a un lado afuera de la carretera y salí metiendo la velocidad; y en ese momento se oyeron disparos, creo que al aire porque mi camioneta está intacta”, añadió.
Ahora, la noche del sábado 14 de noviembre el mencionado empresario se vio involucrado en un tercer hecho violento, del que ya no salió vivo.