El auto más querido del cine tiene un orígen en la Alemania Nazi

Varias generaciones en todo el mundo cada vez que ven un Volkswagen Escarabajo no pueden dejar de pensar en aquel modelo color marfil con una franja roja y otra azul y el número 53 pintado en la parte delantera. Incluso hoy hay muchos de esos autos pintados así en homenaje a la clásica y popular franquicia de Cupido motorizado.

Pero el carismático automóvil tuvo un largo camino antes de ser sinónimo de simpatía y felicidad. Diseñado antes del ascenso de Hitler fue el Tercer Reich el que buscó su fabricación en masa y lo convirtió en el llamado “Auto del pueblo”. Aunque se suponía que era un auto para la población en general, sus primeros pasos fueron para el esfuerzo militar y en versiones diferentes a las más conocidas. Su vínculo con los nazis se intensificó. Luego de la Segunda Guerra se separó de ese origen y pasaron varios años para que se olvidara por completo ese estigma, convirtiéndose luego en un auto de culto, un favorito de todos que a más de 80 años de su presentación oficial mantiene su popularidad intacta.

El KdF-Wagen fue luego el Volkswagen Tipo 1 pero se lo conoció en todo el mundo a partir de los apodos que recibió en cada país. En los Estados Unidos se lo llamó Beetle o Bug, en Argentina Escarabajo y en otros países recibió otros sobrenombres. En la década del 60, con el auge del hippismo, el auto inició una de sus facetas más queribles y a fines de esa misma década se encuentra con una inesperada nueva fama: los Estudios Disney planificaban una película protagonizada por un auto. Para ese papel hicieron un casting con diferentes modelos y terminaron eligiendo al amado Escarabajo.

Si cada país le ponía un nombre distinto, era claro que el auto parecía decir a gritos que tenía personalidad. Su forma, como lo demuestra la película, ayuda mucho a dar la idea de objeto animado y también a parecer amigable y simpático. Así fue como nació The Love Bug, jugando un poco con la cultura hippie y el Flower Power pero a la vez aludiendo al apodo del auto en los Estados Unidos. En 1968 Walt Disney ya había muerto, pero fue él quien supervisó los primeros borradores del proyecto. Su instinto para un éxito familiar no falló aquí tampoco.

La historia de la película era un delirio hermoso protagonizado por auto con carácter y personalidad. Este Escarabajo, que será apodado Herbie, está en una agencia de autos con un dueño malvado. Cuando llegaba un piloto de automovilismo que parece preocupado por el trato que recibe el Escarabajo, Herbie se encariña automáticamente y se quiere ir con él. ¿Y por qué se llama Cupido Motorizado si el título original es The Love Bug? Porque este auto, además del absurdo de tener personalidad, carácter y un raro sentido del humor, es un celestino. Le gusta formar parejas y eso hará con el piloto y la empleada de la concesionaria.

Todo es muy simple y efectivo a la vez. El auto guiña un ojo, empuja a la gente, golpea con sus puertas, que le echa aceite a alguien cuando le cae mal. No arranca hasta que la pareja que quiere unir se concreta. Se ofende si lo tratan indebidamente y a lo largo de varios films es también capaz de sufrir desengaños amorosos. ¿Cómo no va a ser la película favorita de los niños de todo el mundo? El guión podrá ser uno de los más ridículos de todos los tiempos y sin embargo se transformó en una de las películas más populares.

Cuatro películas de Cupido Motorizado se hicieron en la franquicia original y además se convirtió en un clásico de culto de las películas en Super 8. En todos los cumpleaños de la década del 70 y principios de los 80 se exhibían versiones resumidas como parte de la animación de las fiestas infantiles. Por eso mucha gente tiene fijadas algunas escenas, como el propio auto andando por la cornisa de un rascacielos y realizando otras proezas completamente ridículas y graciosas.

Los efectos especiales también son muy básicos pero son genuinamente desopilantes. En aquella época era más valiosa la intención cómica que la perfección técnica. Herbie, el 53, el Escarabajo, el Volkswagen Beetle, se convirtió sin duda en uno de los autos más queridos y la empresa Volkswagen, que primero dudó en sumarse a la franquicia, en la segunda película ya estaba adentro ayudando a promover los films.

Los primeros dos títulos son una fiesta, incluso el segundo es mejor en muchos aspectos. La tercera película solo tiene destellos y la cuarta, muy inferior, igualmente posee dos escenas terriblemente divertidas. Para varias generaciones la película fue tan importante que el Escarabajo quedó asociado a Cupido Motorizado. Ese es el poder del cine. Un papel le alcanzó a este auto para quedarse en nuestros corazones para siempre.

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