Las personas nacidas de 1990 en adelante tienen el doble de riesgo de sufrir cáncer rectal o de colon; la mala alimentación y falta de ejercicio son factores decisivos.
Gracias a las campañas de prevención y los chequeos, la tendencia del cáncer colorectal disminuyó en la gente de más de 55 años. En cambio, empeoró de una manera llamativa entre los más jóvenes: los Millennials y la Generación X tiene dos veces más riesgo de sufrir cáncer de colon y cuatro veces más en el caso de cáncer de recto según estableció un nuevo estudio.
En Colorectal Cancer Incidence Patterns in the United States, 1974–2013 (Patrones de incidencia del cáncer colorectal en los Estados Unidos) los investigadores compararon que la probabilidad de sufrir cáncer colorectal en ese grupo de edades “ha aumentado al nivel de aquellos nacidos alrededor de 1980”. Aunque actualmente los exámenes no se aconsejan antes de los 50 años, los autores consideraron que este resultado llamativo amerita que se considere “la necesidad de una conciencia mayor entre clínicos y público en general, y un estudio etimológico para elucidar las causas de la tendencia”.
El equipo de científicos del Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos analizó la información sobre incidencia de esta enfermedad desde 1974 a 2013 en adultos de más de 20 años. Según los datos del Programa de Supervisión, Epidemiología y Resultados Finales (SEER), que registra todos los diagnósticos de cáncer, la gente nacida desde 1990 en adelante tiene el doble de riesgo que los nacidos en 1950.
Estas generaciones más jóvenes han estado en el centro de la epidemia de obesidad y diabetes. Sus dietas pobres y con escasa fibra y su inactividad física son también factores a los que se atribuye esta nueva y extraña tendencia.
Los casos tempranos suelen estar definidos por la herencia; en cambio, la aparición de síntomas de cáncer de colon en jóvenes ha resultado en su mayoría individual. “Los factores de estilo de vida que se asocian con el cáncer colorectal incluyen un peso excesivo, un alto consumo de carne y alcohol, bajo niveles de actividad física y consumo de fibra y tabaquismo”, publicaron los investigadores. Si bien se ha verificado un descenso en el consumo de alcohol y tabaco, la tendencia a la acumulación de grasa corporal se ha mantenido alta. “No es sorprendente que el ritmo de la epidemia de obesidad vaya en paralelo al aumento del cáncer colorectal”.
Rebecca Siegel, autora principal del trabajo, dijo en un comunicado: “Las tendencias en la gente joven son un barómetro para incidencia futura de la enfermedad”. La epidemióloga de la Sociedad Nacional de Cáncer de los Estados Unidos agregó que “probablemente existen interacciones complejas entre la inactividad física, las dietas poco saludables y el exceso de peso” y solicitó una expansión de las campañas educativas “para ayudar a reducir la demora en los diagnósticos”.
Se estima que cada año unos 135 mil estadounidenses son diagnosticados con estas dos clases de enfermedades, y de ellos se sabe ahora que los menores de 55 años representan el 29 por ciento de los casos de cáncer de recto y 17 por ciento de cáncer de colon. Si las tasas se redujeron para los mayores de 55, para los grupos de entre 20 y 29 años, en cambio, aumentaron un 3,2 por ciento por año. “Cualquier cifra superior a 1 por ciento por año es un cambio enorme”, dijo Siegel.
Según opinó Thomas Weber, cirujano de oncología y profesor de la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY), en el diario USA Today, “en efecto estamos observando esto en la clínica”, no sólo en los Estados Unidos sino en el mundo. La información debería “hacer sonar las alarmas”, agregó. Además, dado que la colonoscopía preventiva está contraindicada en los jóvenes “por lo general, en el momento en que alguien tiene síntomas la enfermedad está más avanzada”, dijo Siegel.