El ex gobernador Miguel Borge Martín festejó el miércoles pasado su cumpleaños número 70, en compañía de sus hermanos Roberto y Elías, así como de amigos, entre éstos varios de sus ex colaboradores.
La administración del Dr. Borge concluyó hace 20 años y justamente el tiempo transcurrido desde entonces permite dimensionar con justicia a una gestión que aún espera el reconocimiento de la historia.
En su momento, Miguel Borge enfrentó severas críticas, se llegó a cuestionar si concluiría su sexenio, pero no sólo la terminó, sino que dejó un legado importante, especialmente en los rubros de la cultura, educación y la participación ciudadana.
No se puede entender el Quintana Roo de hoy sin el sexenio de Miguel Borge, quien encabezó un período en el que Cancún terminó de cuajar y se sentaron las bases para el actual desarrollo que registra la Riviera Maya.
De hecho, durante su gestión aterrizaron los dos primeros proyectos que fueron el “boom” de esta región turística, Puerto Aventuras y Playacar.
En los tiempos en que los quintanarroenses que querían continuar sus estudios tenían que abandonar el estado, Miguel Borge impulsó en el sur la creación de la Universidad de Quintana Roo, con campus ahora en Cozumel y Playa del Carmen y motivó a los empresarios del norte para crecer la oferta educativa privada a niveles universitarios.
Al mismo tiempo que impulsó la UQROO, construyó el museo de la cultura maya, instalación pionera en su tipo en el sureste mexicano.
La visión a largo plazo de Miguel Borge está plasmada en la mayor obra hidráulica que se haya realizado en Quintana Roo. Desde sus tiempos se resolvió con varios años de antipación el problema del abasto de agua en Cancún, al concesionar la explotación del manto acuífero, que incluyó la creación de una zona de captación que hasta la fecha se usa.
En el festejo no podía faltar la buena música y la poesía.