El giro político de Marcelo Ebrard: de “No me someteré a esa señora” a aliado clave

El giro político de Marcelo Ebrard: de "No me someteré a esa señora" a aliado clave

El giro político de Marcelo Ebrard: de "No me someteré a esa señora" a aliado clave

CIUDAD DE MÉXICO, 23 de juni- En un sorprendente giro de los acontecimientos políticos mexicanos, Marcelo Ebrard, quien hace apenas unos meses declaraba que no se sometería a Claudia Sheinbaum, ahora se ha convertido en una pieza fundamental de su futuro gobierno como secretario de Economía, según reseña el periódico El País en un amplio artículo.

El 2023 fue un año turbulento para Ebrard, destaca el medio español. Tras perder la candidatura presidencial de Morena ante Sheinbaum en un proceso que él mismo tildó de irregular, el excanciller no escatimó en críticas. “No vamos a tolerar que una dirigencia nos haga esto”, afirmó públicamente. En privado, su retórica fue aún más dura: “No nos vamos a someter a esa señora”, espetó a sus allegados.

La contienda interna de Morena fue agresiva y dejó heridas profundas. Ebrard acusó al partido de “malas mañas” y exigió repetir el proceso, argumentando falta de transparencia. Sus denuncias pusieron en jaque la unidad del partido, crucial para las elecciones venideras.

Sin embargo, en un giro inesperado, Ebrard ha pasado de la confrontación a los elogios. En la presentación de los primeros secretarios del gabinete de Sheinbaum, Ebrard no solo aceptó el cargo de secretario de Economía, sino que agradeció “el enorme privilegio” de formar parte del equipo.

Por su parte, Sheinbaum, demostrando habilidad política, describió a Ebrard como “la mejor persona para apoyar el proyecto”, sellando así una reconciliación que pocos creían posible hace unos meses.

Este cambio de actitud no solo refleja la capacidad de negociación de Sheinbaum, sino también la pragmática visión política de Ebrard. Su nombramiento como secretario de Economía le mantiene en una posición de poder e influencia, potencialmente allanando el camino para una futura candidatura presidencial.

La reconciliación entre estos antiguos rivales marca un nuevo capítulo en la política mexicana. De la confrontación abierta a la colaboración estrecha, Ebrard y Sheinbaum demuestran que en política, como en la vida, las vueltas pueden ser sorprendentes. Este giro no solo fortalece al gobierno entrante de Sheinbaum, sino que también envía un poderoso mensaje de unidad dentro de Morena, crucial para enfrentar los desafíos que México tiene por delante.

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