De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Quintana Roo las mujeres profesionistas perciben un salario menor hasta del 40% al que se paga a los varones.
La brecha salarial entre hombres y mujeres es tan amplia que las quintanarroenses deberían trabajar 120 días adicionales en 2015 para obtener los mismos ingresos que los hombres en 2014.
Y lo peor es que esa situación presenta una tendencia creciente y, más allá de los discursos sobre equidad de género, en los hechos no hay una política sólida que combata a nivel nacional esa práctica.
En Quintana Roo, el miércoles fue la primera vez que un gobernador, Carlos Joaquín González, habló de ese tema de manera pública y lo hizo para anunciar acciones específicas para combatir esa mala práctica a través del Plan Estatal de Desarrollo.
Pudieran algunos afirmar que el plan presentado por el Gobernador es una lista de buenos deseos, pero de lo que no hay duda es que aborda problemáticas sociales que en los últimos años fueron arrumbados, puestos de lado o ignorados y que requerirán de tiempo para desarrollarlas. Habrá que tener paciencia en la espera.
El plan de desarrollo que dio a conocer Carlos Joaquín reconoce que los gobiernos deben promover la igualdad de género en el empleo y sostiene que se trabajará para reducir esa brecha.
“Hombres y mujeres deben ganar igual si desempeñan la misma función”, afirmó el Gobernador.
Pero la brecha salarial entre hombres y mujeres no es el único rezago que presenta Quintana Roo.
Si bien el Caribe mexicano es líder en la industria turística mundial, se cayó en el confort que generaron sus beneficios y no se tomó en cuenta que algunos indicadores vinculados a esa actividad venían a la baja.
La industria turística es la que más empleos genera, es cierto, pero la calidad de sus salarios vino a la baja. Incluso, con la llegada del “todo incluido” en los hechos se “expropiaron” las propinas de los trabajadores para “socializarlas” con el criterio que maneja un comité compuesto por representantes de las empresas y los sindicatos.
En promedio, Campeche tiene mejores salarios que Quintana Roo.
“La desigualdad limita el desarrollo físico, social y humano que permite mejorar las condiciones de vida y el bienestar de las personas”, subraya Carlos Joaquín, quien destaca la necesidad de impulsar una diversificación económica justamente para combatir diversos desórdenes económicos y llevar el desarrollo a regiones de la entidad que están marginadas del éxito turístico.
El plan de desarrollo joaquinista se plantea como una acción para retomar el rumbo. Dejar de ser un estado monotemático, ignorando las desviaciones y vicios de la propia actividad turística, para empezar a avanzar hacia su corrección y zarpar a otros puertos en busca de mayor igualdad, empleos mejor remunerados y el acceso de todos al desarrollo económico.
El plan está trazado. Ahora tendrá que darse la estrategia para llegar al objetivo que se definió: sacar a Quintana Roo de los últimos lugares que ocupa en diversos indicadores a nivel nacional, como el de competencia económica, procuración y administración de justicia, estado de derecho, entre otros.
Cinco años y medio, los que prácticamente le quedan a la naciente administración de Carlos Joaquín, pueden ser suficientes para encaminar y consolidar varias de las acciones, especialmente las que tengan que ver con el estado de derecho, pero otras que implican convencer a empresarios para que inviertan en rubros diferentes al turismo requerirán de más tiempo, aunque la voluntad, la perseverancia y el empeño son también un revulsivo.
Y de revulsivos, un término muy futbolístico, conoce Carlos Joaquín, quien entre sus títulos tiene el de director técnico de futbol.
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