CIUDAD DE MÉXICO, 14 de agosto.- El Partido Revolucionario Institucional (PRI), liderado por Alejandro Moreno Cárdenas, ha dejado claro que no está cerrado a la posibilidad de establecer acuerdos con Morena en la próxima legislatura del Congreso de la Unión, que comenzará el 1 de septiembre. Durante su primera conferencia de prensa tras ser reelecto como dirigente nacional del PRI, Moreno subrayó que su partido buscará el diálogo con Claudia Sheinbaum, quien asumirá la presidencia de México.
“El grupo mayoritario tendrá números para tratar de imponer agenda, pero eso solo invita a que la voz crítica y propositiva de los legisladores del PRI se manifieste con firmeza, carácter, determinación y con una posición firme y crítica, pero siempre buscando los mejores acuerdos para México”, afirmó Moreno.
Al ser cuestionado sobre su disposición para dialogar con la futura presidenta, Claudia Sheinbaum, Moreno respondió con firmeza que sin duda habrá apertura al diálogo. Sin embargo, se adelantó a las posibles críticas que puedan surgir: “Apertura sin lugar a dudas, pero espero que mañana no vayan a salir con que Alito ya pactó que es el PriMor y la chingada”, exclamó.
Moreno estuvo acompañado por Manuel Añorve Baños, quien será el coordinador del PRI en la Cámara de Senadores, y quien también reafirmó la apertura del partido a los acuerdos con Morena.
En la misma conferencia, Alejandro Moreno marcó distancia del Partido Acción Nacional (PAN), su antiguo aliado en la reciente elección presidencial. Advirtió que el PRI no permitirá actitudes ambiguas por parte de algunos panistas, como Jorge Romero y Enrique Vargas, quienes han declarado que la alianza está en pausa. “Si el PRI tiene que competir solo, va a competir solo, no tengan duda”, afirmó Moreno, destacando que sin la alianza con los priistas, el PAN no hubiera ganado en varias capitales.
El dirigente del PRI también defendió su reelección, asegurando que fue “pulcra y transparente”, y no dudó en criticar a los detractores de su liderazgo dentro del partido, calificándolos de “patéticos y sin carácter”.
Moreno también aprovechó la oportunidad para hacer un mea culpa a nombre del PRI, reconociendo que decisiones como alejarse de los maestros y no aumentar el salario mínimo afectaron al partido. Además, acusó a “una bola de cínicos” de contribuir al desprestigio del PRI, recordando episodios como el “Pemexgate” durante la campaña presidencial de 2000.