El rastro poblano sacrificará caballos

La administración de Industrial de Abasto municipal ya ha tramitado el certificado ante Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria que espera obtener a finales de este mes. Las ganancias serán de 2.2 mdp mensuales.

Puebla se convertirá en exportador de carne de caballo a Japón durante este año. Pero primero deberá obtener el certificado del Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).

El director de Industrial de Abasto, Julio César García Ángeles, informó que el área a su cargo tiene la capacidad para sacrificar hasta a 300 equinos diarios.

Destacó que la tecnología de punta existente en el matadero municipal es uno de los factores esenciales que han valorado introductores de este tipo de ganado de la entidad y de otros estados para encaminar el proceso positivamente.

García Ángeles subrayó que la administración de Industrial de Abasto ya ha adelantado los trámites para obtener el certificado nacional para que Puebla se convierta en una de las entidades autorizadas para procesar la carne de caballo.

Reveló que Zacatecas cuenta con cinco rastros debidamente autorizados para el sacrificio de estos animales. Los empresarios de esa entidad exportan al mercado asiático y a los Estados Unidos con grandes ganancias.

El rastro municipal capitalino, al recibir el certificado, se convertirá en área de oportunidades para los propietarios de ganado de la región, sur y del centro del país.

Reveló que el  Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) exige un programa de operación estándar, horarios definidos, personal capacitado y médicos veterinarios, además de otros factores técnicos para liberar el registro.

Empresarios del Bajío

Julio César García destacó que los sacrificios de equinos han sido requeridos por empresarios del Bajío que han trabajado para exportar este tipo de carne a Japón.

 “Los particulares de esa parte del país han solicitan este servicio por lo que las pláticas van avanzadas con la autoridad para poner en marcha esta línea de ganado”

El director del rastro ponderó que este servicio municipal ya está incorporado en la Ley de Ingresos del gobierno capitalino.

García Ángeles mostró su optimismo para que el Servicio Nacional de Sanidad libere el certificado antes que finalice el mes en curso y destacó que el nuevo procedimiento dejará ganancias a la administración de Luis Banck por el orden de los 71 mil pesos diarios, derivado del costo por caballo de 237 pesos.

Comen carne de caballo en Europa y Asia

En Francia, Suiza, Bélgica y Holanda comen cantidades grandes de carne de caballo, pero procesada correctamente, incluso si se compara la carne de estos equinos con la de res que se vende en carnicerías y centros comerciales, contiene menos grasa, es más ligera y más digerible.

Sin embargo, García Ángeles destacó que para que en el estado se legalice la venta, se tienen que contar con todas las  leyes de sanidad nacionales porque no está estrictamente prohibida la venta de carne de caballo al público.

“La carne de caballo, si es un animal sano, bien sacrificado, bien procesado, es tan comestible como la carne de res, pollo, cordero y cerdo, el problema es que aún no se cuenta con los documentos que solita Senasica para sacrificio pero en ese proceso estamos y la idea es que los introductores tengan un lugar autorizado”.

Subrayó que las autoridades de la Secretaría de Salud ya han supervisado las instalaciones en sus respectivas visitas al  rastro en las que no se han encontrado malas prácticas, ni la predisposición de generar enfermedades por los residuos de los sacrificios.

Indicó que las autoridades municipales y sanitarias mantienen un constante monitoreo para evitar irregularidades en los mataderos de traspatio.

Subrayó que estos operativos continuarán en todo el municipio a fin de evitar que lleguen a establecimientos carne en malas condiciones y ponga en riesgo la salud de la población capitalina y de otros lugares.

A los caballos de carreras, frecuentemente tratados con fenilbutazona, antiinflamatorio potencialmente dañino para los seres humanos y que en Argentina y Uruguay, se expide sin prescripción médica. Esta práctica en el rastro poblano se evitará.

México exporta actualmente unos 150 millones de dólares anualmente en productos alimenticios a China que seguramente se incrementarán con el aporte poblano, matizó el titular de central de abasto.

Recordó que el secretario de Agricultura y Alimentación de México, José Calzada, fue a China el año pasado a realizar los acuerdos necesarios para que México este 2017 comience a exportar carne de caballo bien procesada para el consumo humano y eso lo deberá aprovechar también el rastro poblano.

Ponderó que toda la carne que llega y sale del rastro municipal tiene calidad por cumplir con todos los requerimientos de sanidad y por los elevados estándares que maneja el centro de sacrificio durante el proceso.

Explicó que la carne de caballo aporta menos calorías en comparación con la carne de ternera, es una alta fuente de hierro y es muy baja en grasa, incluso más que la del pollo.

Línea de bovinos casi parada en 2016

La línea de bovinos prácticamente estuvo parada el 2016 porque los introductores no cumplieron con los requerimientos de la regulación sanitaria de Senasica.

 “Ahora hemos venido trabajando con todos los introductores para que la carne venga libre Clembuterol, obviamente cuando ellos cumplen con esa determinación federal, el respaldo de nosotros está garantizado”.

Productores de la Sierra Norte y Nororiental y de la Unión Ganadera de Puebla están “muy entusiasmados” para traer su ganado a sacrificar a Puebla.

Aclaró que el rastro poblano no es un ente que también se dedique a la venta de productos cárnicos, animales y de sus derivados.

El precio del kilo de carne sacrificada ‘en pie’ lo etiquetan los mismos introductores de ganado y no el rastro municipal, aclaró.

Hasta el momento el rastro sacrifica a 700 animales al día, pero lamentó que en diciembre el índice bajó el proceso de cerdos engordados y lechones por un problema de sanidad que tenían los introductores pero que solventaron adecuadamente.

 “Ahora se trabaja en el rastro sin problemas, al cien por ciento, pero estamos siempre al pendiente evitar cualquier tipo de enfermedad”.

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