El reclamo de México a Austria por el penacho de Moctezuma vivió un nuevo capítulo

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), afirmó este miércoles que el gobierno austriaco ha tenido una actitud “muy arrogante y prepotente” ante la petición de préstamo de la pieza que lleva gestionando desde hace un par de años.

El tema surgió en la conferencia de prensa matutina de AMLO en la que el mandatario dio su opinión sobre el caso de unos mexicanos que introdujeron sus propias audioguías al museo Weltmuseum Wien de la capital austriaca.

Los dispositivos tenía una narración alternativa que explicaba cómo México perdió la pieza tras la conquista de española en el siglo XVI.

Ante esto, López Obrador reveló que en 2020 su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, entregó personalmente una carta al presidente austriaco, Alexander Van der Bellen, en la que su gobierno le solicitaba el préstamo del tocado para exponerlo en México.

“La respuesta fue que no, argumentando que [la pieza] no iba a resistir el viaje”, explicó AMLO al señalar que la carta sería hecha pública a la brevedad.

“Fue muy desagradable este encuentro que sostuvo Beatriz con el presidente. Me platicó que estaban rodeados de hombres, y sobre todo una señora, que se sienten los dueños del penacho. Y en cuanto se tocó el tema, ya estaban diciendo que no”, afirmó López Obrador.

“Es una actitud muy arrogante, prepotente. Y no hay justificación de que no pudiera trasladarse. Ni si quiera se planteaba que se devolviera. Era para que se exhibiera”, añadió.

El penacho del México antiguo

El museo Weltmuseum Wien dice que el objeto más valioso de su colección es el “penacho del México antiguo”.

“Este penacho data de 1515 y es el único en su género que se ha conservado. Actualmente es un auténtico icono del Weltmuseum Wien”.

Popularmente se le llama “penacho de Moctezuma” debido a la teoría más extendida sobre su origen: que fue un regalo de ese gobernante mexica (1502-1520) a Hernán Cortés, el líder de la expedición española que conquistó México en 1521.

Esto, según expertos, descarta la idea de que esta pieza concreta -compuesta por plumas de quetzal y otras aves montadas sobre una base de oro y piedras preciosas– haya sido un hurto por parte de las tropas del conquistador español.

“Es obvio que durante la Conquista hubo saqueos, pero en este caso no podemos hablar de un robo porque fue parte de un obsequio con un propósito muy específico”, señala Iván Escamilla, profesor del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

“La idea de que esto se tenga que recuperar para hacer, de alguna manera, ‘justicia’… no tiene tanto sentido en este caso”, le dice a BBC Mundo el investigador experto en historia colonial.

Aunque Moctezuma le hubiera obsequiado el penacho a Cortés para entablar relaciones, no está comprobado que hubiese sido realmente utilizado por el líder mexica (el pueblo descendiente de los aztecas).

Expertos sostienen que es más probable que este tipo de objeto fuera utilizado por sacerdotes en ceremonias en lugar de gobernantes, quienes solían usar diademas de oro con una pieza triangular al frente.

“No hay ninguna indicación escrita o visual que indique que Moctezuma usara ese tocado en concreto. Citarlo como si fuera un bien personal de él, es un error”, apunta Escamilla.

Pero la mayor incógnita sobre la historia del penacho es, sin duda, saber cómo y cuándo exactamente llegó hasta Austria.

Una de las principales hipótesis destaca el origen austríaco de la familia Habsburgo a la que pertenecía el rey Carlos I de España y V de Alemania, a quien Cortés le hizo llegar el penacho. Esto podría explicar por qué la pieza acabó en el europeo.

Tras llegar a manos de la Corona española, Escamilla admite que hay “un hueco en la historia del penacho”, hasta que a finales del siglo XVI la pieza fue localizada como parte de la colección propiedad del archiduque Fernando II de Habsburgo, quien era pariente de Carlos I.

Según el museo Weltmuseum Wien, en 1880 fue el año en que fue exhibido al público en el museo Naturhistorische y en 1928 finalmente en la galería actual.

Fue identificado primero “tocado morisco de largas y bellas plumas resplandecientes, verdes y doradas” y a partir del siglo XIX se corroboró que era de origen mexicano.

¿Podría volver a México?

En la actualidad, la opción más cercana y accesible para los mexicanos que quieren conocer el emblemático penacho es la réplica que se exhibe en el Museo Nacional de Antropología de Ciudad de México.

El artista que creó la copia en 1940 tuvo que recurrir a imágenes de archivo, ya que no tuvo acceso a la obra original. Pero México no se rindió y siguió tratando de conseguirla.

En 1991, el gobierno mexicano reclamó a Austria su devolución. Veinte años más tarde, matizó su oferta y le ofreció intercambiarlo temporalmente por la carroza de Maximiliano de Habsburgo, segundo emperador de México, que se exhibe en la capital del país.

Sin embargo, un estudio del penacho a cargo de especialistas mexicanos y austríacos realizado entre 2010 y 2012 concluyó que el frágil estado de la pieza no permitía su traslado de ninguna manera.

Pese a ese diagnóstico, López Obrador ha insistido en que sí es viable el préstamo

“Lo cierto es que se han apropiado de algo que es de los mexicanos”, se quejó este miércoles.

“Ojalá que cambien de modo de pensar y se quieran reivindicar. Hay cosas de Austria que son excepcionales en la relación. México fue el primer país que condenó la invasión nazi a Austria durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas. Hay un reconocimiento por eso”, dijo el mandatario.

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